martes, 6 de septiembre de 2011

DURÁN BARBA, TENTADO PARA ASESORAR A CFK

Zannini sabotea las negociaciones entre Macri y De Vido
En las últimas semanas se viene desarrollando una larga negociación reservada entre Julio de Vido, Nicolás Caputo, la mano derecha de Mauricio Macri, y su gurú, Jaime Durán Barba. El objetivo de las conversaciones es negociar que el ecuatoriano pase a ser el asesor estrella de la presidente, lo que podría consolidar el puente oficial con Macri. Esta oferta de la Casa Rosada estaría respaldada por distintos factores, incluidas ciertas presiones sobre el consultor a partir de las denuncias -y la causa judicial- sobre las supuestas llamadas descalificatorias contra el padre del senador Daniel Filmus durante la reciente campaña electoral porteña.
Estas conversaciones entre el cristinismo y el exitoso consultor romperían el fair play que CFK y Macri supuestamente pretendieron instalar con sus recientes conversaciones telefónicas y preanunciarían, además, nuevas tormentas en la relación.
Pacto, pero hasta ahí nomás
Efectivamente, la semana pasada no todos fueron abrazos en Tecnópolis en el día del cumpleaños de la UIA. El Secretario Legal Técnico, Carlos Zannini, encaró allí a Leo Rial -hijo del ex presidente de la UIA bonaerense provincial-, que lidera en Vicente López una colectora kirchnerista que obtuvo el 5% y que puede hacerle perder la reelección al intendente radical K Enrique “Japonés” García a manos de Jorge Macri. Zannini no se habría andado con vueltas: “vos sos Rial; me dijo Cristina que bajes la lista, porque no quiere que un Macri ponga un pie en el conurbano”. Rial intentó seguir con la conversación para lograr algún tipo de resarcimiento a cambio de bajar su lista para favorecer al radical K que es aliado del FpV. Pero Zannini fue cortante y no le dio pie para negociar nada. Así es que Rial deberá dejar pasar esta elección.
El episodio indicaría un rebrote de las rispideces históricas entre Zannini y De Vido. Éste intenta reconstruir un sistema de intereses comunes con Caputo, el delegado de Macri. O sea, obras publicas conjuntas de la Ciudad y la Nación, avaladas por la Casa Rosada, y una suerte de armisticio para una cohabitación razonable entre las dos administraciones. Sin embargo, bien dijo Eduardo Van der Koy en su nota: “Las dos caras de Cristina”: está claro que hay algunas cosas que la primera mandataria no quiere ceder de ninguna manera. Un ejemplo sería que un Macri ponga un pie en el conurbano, con el riesgo de que después se asocie con el rebelde intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino. Un distrito que, al igual que Vicente López, está en la primera sección electoral. Tal vez por estos temores, la presidente rechazaría ahora a la línea acuerdista de De Vido, propensa a negociar con el PRO el triunfo de Jorge Macri en Vicente López. El resultado sería que Cristina optaría por lo seguro: apoyar a García, un intendente radical que representa a la vieja política. Fiel a su naturaleza, al cristinismo se le hace muy difícil coexistir con cualquiera que no sea propio.

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