martes, 6 de septiembre de 2011

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio

Cuando a comienzos de enero de este año 2011 sostuve que CFK ganaría las elecciones presidenciales, algunos pusieron en duda tal afirmación.
Quienes deseen podrán hallar esa nota aparecida en este diario digital y corroborar ese vaticinio que va camino a concretarse el próximo 23 de octubre.
En esa nota fechada 3/1/11 adelanté que CFK se postularía para su reelección y que todo estaba preparado para, fraude mediante, conseguir su triunfo.
Más allá de las denuncias por irregularidades, falsedades y fraudes cometidos en las pasadas elecciones del 14 de agosto, lo cierto es que judicialmente no podrá enervarse el inexorable resultado que se ha convertido en la antesala del futuro y rotundo triunfo que nos condenará a tener otros 4 años de calvario kirchnerista.
Mis salutaciones por el nuevo año 2011, que también podrán corroborarlo consultando en la web, bautizaban al 2011 como EL AÑO DEL SI, por la Secretaría de Inteligencia, ya que aparecerían carpetazos de toda laya y color, involucrando a personajes de nuestra fauna política y empresarial. Tampoco erré, atento los escándalos de Sueños Compartidos que llevaran a la fama a la incalificable HP de Bonafini y a los parricidas Sergio y Pablo Schoklender, affaire que todavía da para mucho más, y los escandaletes del prostibulario magistrado supremo Eugenio R. Zaffaroni.
Los desaguisados de la bonaerense y las luchas intestinas del peronismo cleptómano nos depararán otras sorpresitas, muchas de ellas tan nefastas como las del caso Candela, desgraciado hecho donde quedara en evidencia la ineptitud de las fuerzas de seguridad, al igual que en el marco de la búsqueda de la familia Pomar.
Es tan grande el compromiso de algunos sectores políticos con el crimen organizado, en el cual participan funcionarios y personal de las fuerzas de seguridad, que resultará imposible llegar a los verdaderos responsables de estos lamentables sucesos.
Mientras tanto, entre tanta cadena solidaria, gasto superfluo, ocultamiento de índices de inflación y de la verdadera pobreza, la asociación ilícita kirchnerista seguirá con su sistemático plan de saqueo, proyectándose hacia un futuro de re reelecciones indefinidas, con la colaboración connivente de supuestos opositores y el cultivo del nuevo semillero de La Cámpora en distintos espacios de poder.
Todos sabemos que el 14 de agosto se amañó el resultado de las elecciones, no obstante ello nada puede hacerse pues no existe la garantía de una justicia imparcial e independiente.
El camino de la reelección de CFK resulta tan inexorable como la “Crónica de una muerte anunciada”.

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