miércoles, 30 de noviembre de 2011

EL SENADO RESISTE LA INTERVENCIÓN DE LA CASA ROSADA

Pichetto y Cobos, aliados para boicotear a Boudou

El enfrentamiento público de los últimos días entre el vicepresidente saliente y el entrante habría sido apenas la antesala de una crisis más importante. Amado Boudou denunció que Julio Cobos designó empleados y realizó cambios en el Senado pocos “días” antes de terminar su mandato, en tanto afirmó que no le “gustaría” que el mendocino, enfrentado al kirchnerismo, esté presente en la ceremonia de reasunción de la presidente Cristina Fernández.
Pero la respuesta de Cobos no se hizo esperar, y el dirigente radical retrucó de inmediato que “el ministro de Economía dramatiza y teatraliza situaciones que nada tienen que ver con la realidad”, al tiempo que ratificó que continuará tomando decisiones en el cargo “hasta el último día” de su mandato.
En este complejo ajedrez de poder que se juega en el Senado, ayer CFK dio un golpe de timón en apoyo de Boudou al decidir que la senadora justicialista por Tucumán Beatriz Rojkes de Alperovich sea la nueva presidente provisional del Senado a partir del 10 de diciembre. El gran damnificado por esta decisión es el senador nacional electo por Buenos Aires Aníbal Fernández, que luchó a brazo partido por ese cargo. Pero Boudou, no sin lógica, habría percibido claramente que, si aquél llegaba a la Presidencia Provisional, el Senado tendría un doble comando. La experiencia política de Aníbal F. es muy superior a la que pudo haber adquirido Boudou en sus primeros pasos por el mundo político. Pero el Jefe de Gabinete tuvo además otra confirmación de que la presidente lo quiere lejos del primer círculo del poder. La razón es que le ofrecerían la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, hoy muy devaluada, porque los superpoderes del Ejecutivo sobre el presupuesto le restaron significación a sus funciones. Así las cosas, Aníbal F. perdió otra batalla, porque habría pretendido, de no ser Presidente Provisional, la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales, que dejará vacante el santacruceño Nicolás Fernández.
¿Quién está detrás de Pichetto?
Sin embargo, la victoria de Boudou sobre el Jefe de Gabinete no terminó con la guerra en el Senado. El saliente Cobos, apoyado por el sindicato del Congreso (la Asociación de Personal Legislativo) estaría resistiendo a pie firme las pretensiones de Boudou y de su entorno de La Cámpora para disponer a su antojo de cientos de vacantes administrativas. En este punto es donde aparece el jefe de la bancada del FpV, Miguel Ángel Pichetto, muy preocupado por la posibilidad de que Boudou pase a funcionar como el presidente de facto de la bancada, convirtiéndolo entonces a él en una figura decorativa. Así es que Pichetto habría hecho causa común con los dirigentes de APL y con Cobos. El resultado de esta convergencia se tradujo ayer en una operación política. El Secretario Parlamentario Juan Estrada, ligado a Pichetto, dejó ayer sin efecto la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria prevista para hoy. Las consecuencias de esta jugada pueden ser nefastas para Boudou. Es tradición que a fin de año el Senado no aplique el artículo 1 de su Reglamento que dice: “El 24 de febrero de cada año o el día inmediato hábil anterior, en caso de que sea feriado, se reúne el Senado en sesiones preparatorias a fin de designar autoridades y fijar los días y horas de sesiones ordinarias, los que pueden ser alterados por decisión de la Cámara.” Lo que es estila es, en cambio, designar a las autoridades del cuerpo en diciembre y, sobre todo, al Secretario Administrativo, que es la mano derecha del Presidente del Senado. El actual Secretario, Benigno Rins, es un radical cordobés de la más estrecha confianza de Cobos.
Si la Comisión de Labor Parlamentaria no se reúne, Boudou asumiría el 10 de diciembre atado de pies y manos, debiendo convivir con Rins hasta el 24 de febrero. Semejante situación no sólo condenaría al vicepresidente electo a ser un convidado de piedra durante dos meses sino que lo sometería a un desgaste político importante.
La jugada de Pichetto y Cobos mostraría, además, que las tensiones internas en Olivos son mucho más importantes de lo que aparentan. Nadie cree que el veterano senador rionegrino le esté poniendo palos en la rueda a Boudou sin el visto bueno de alguien muy cercano a la presidente. ¿Julio De Vido o Carlos Zannini? Los beneficiarios por un posible resbalón de Boudou serían varios. Todo esto, mientras en el Senado los opositores parecen compartir tácitamente un mismo sentimiento con muchos senadores kirchneristas. Boudou no sólo es un outsider de la política sino también una suerte de interventor de la Cámara Alta. Y la resistencia empieza a aflorar, aun antes de que el rockero se siente en su nuevo despacho.

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