miércoles, 30 de noviembre de 2011

La monetización de la economía, otra condición fundamental del desarrollo argentino

La monetización de la economía, otra condición fundamental del desarrollo argentino

La importancia de la cuestión.
Al 30.6.2011, el PBI argentino, según el Banco Central, se hallaba en 1,976 billones de pesos y el crédito al sector privado alcanzaba al 12,6% del PBI es decir a 250.000 millones de pesos.
Estas cifras en un país financieramente bien organizado serían bien distintas pues el volumen del crédito al sector privado, alcanzaría al 90% del PBI es decir a 1,778 billones de pesos, más de 1,5 billones que los que dispone el sector privado argentino. Aproximadamente la cantidad de dinero se estima que debería estar en el 100% del PBI, 10% para el sector público y 90% para el sector privado.
En Latinoamérica el país que se acerca a estas cifras es Chile aunque en un nivel ligeramente más bajo, del 90% del PBI, 10% para el sector público y 80% para el sector privado. Brasil tiene el 100% del PBI en cantidad de dinero pero en él la participación del Estado es mucho mayor que en Chile y correlativamente la participación del sector privado es más baja, alrededor del 40%.
Pero en todos los países desarrollados (Australia, Canadá, EEUU, Francia, Alemania, Países Bajos, etc.), la cantidad de dinero estaba, como mínimo en esa proporción, con absoluta estabilidad de precios, antes del 2008, es decir de la actual crisis provocada por los fraudes cometidos en la financiación del crédito inmobiliario
¿Es posible imaginar lo que podría hacer la actividad económica privada argentina, si contara con ese nivel de préstamos bancarios?
Podría sin duda:
1) Impulsar fuertemente el crecimiento económico.
2) contar con un financiamiento para la empresa nacional, grande, pequeña y mediana, en toda la cantidad necesaria, con lo que se consolidaría su presencia en nuestra economía.
3) ampliar el empleo, hasta alcanzar el pleno empleo y resolver por eliminación la informalidad del trabajo que hoy afecta al 40% o el 34% según las fuentes privadas u oficiales.
4) se reduciría la importancia del Estado en la economía por expansión del sector privado.
¿Desde cuándo se pudo llevar adelante esta política con mayor facilidad?
A partir de 1971, bajo la Presidencia de Nixon fue cuando EEUU derogó para sí la dependencia de la cantidad de dinero de una relación fija con la disposición de oro, y todos los demás países del mundo derogaron esa dependencia. De ahí en adelante la oferta de dinero se determinó en función de la demanda efectiva de dinero.
Es decir que hace 40 años que la política monetaria argentina debió aumentar la cantidad de dinero, sin producir inflación, como lo hicieron otras economías del mundo.
Ello hubiere creado condiciones excepcionales más favorables para el desarrollo económico y el bienestar social.
De quién es la responsabilidad.
Este gravísimo error de la política monetaria argentina es de responsabilidad única de los argentinos, específicamente del Banco Central y del Congreso.
Del Banco Central porque es el encargado de proyectar el programa monetario de cada año, y del Congreso de la Nación, porque él debe controlar ese proyecto y aprobarlo. El primero lo proyectó y lo remitió al Congreso a fines de cada año, y el Congreso nunca lo discutió ni lo aprobó. El Banco Central es el responsable de este fenomenal error y el Congreso de no ejercer su facultad constitucional indelegable de fijar la política monetaria.
Pero en realidad la responsabilidad es de toda la clase dirigente argentina que no ha advertido la importancia que tiene el tema, en particular los propios bancos y los economistas.
Por ejemplo el proyecto actual de reforma de la ley de entidades financieras elaborada por el sector oficial, ni siquiera advierte la existencia del problema. Tampoco lo hacen los proyectos de la oposición.
El fenómeno de la monetización de la economía.
La monetización de una economía es la relación que la misma tiene entre la cantidad de dinero y el PBI.
Por su parte la cantidad de dinero es la suma del dinero en billetes y monedas emitido por el Banco Central, mas la cantidad de dinero depositado en bancos y vuelto a prestar por los bancos, lo cual si se preserva un depósito de reserva igual al 10%, para responder a los retiros de depósitos, produce un crecimiento de diez veces en la cantidad de dinero, originaria, o más, según la cantidad de dinero depositada y dejada en reserva.
La cantidad de dinero que emiten los Bancos Centrales es siempre inferior al 10% de la cantidad de dinero total, es decir que el grueso de la cantidad de dinero es creado por los bancos a través del multiplicador bancario.
En los países desarrollados por una parte se usa una cantidad mínima de dinero en efectivo, manejándose con dinero bancario para el pago de casi todas las obligaciones, lo que da lugar a una más alta bancarización. Pero ello es también consecuencia del menor costo de los préstamos bancarios y de la mayor eficiencia del sistema bancario.
Curiosamente en períodos de la economía argentina de mayor estabilidad y de cumplimiento estricto del patrón oro, la monetización se mantuvo en niveles que superaron al 30% del PBI, en muchos años, y en promedio alcanzó al 26% del PBI, antes de 1930 y en los primeros años del cuarenta.
Por el contrario con posterioridad, entre 1946 y 2011, la monetización promedio es del 13% del PBI. En el periodo 2002 y 2011, hubo situaciones en que la cantidad de dinero prestada a la actividad privada, tuvo registros mínimos por ejemplo del orden del 7% del PBI.
Uno de los enemigos de la monetización son las inversiones en títulos públicos nacionales que realizan los bancos, en particular los bancos oficiales y que en la actualidad alcanzan a 124.000 millones de pesos.
La consecuencia de una baja monetización.
Las consecuencias son, en general:
1) Afecta el financiamiento de toda la economía pero en particular de la empresa nacional, que son las que sostienen el empleo.
2) Origina un aumento en la tasa de interés que a su vez restringe la cantidad de dinero que se demanda.
Esta insuficiencia origina también la falta de disposición de capitales para crear un mercado nacional significativo, con destino a las inversiones. .
3) La insuficiente cantidad de dinero origina un incremento en la velocidad de circulación de tres a cuatro veces, con lo cual hay financiamiento solamente de corto plazo.
En la literatura económica argentina el tema no es motivo de preocupación.
En efecto en los períodos de aguda desmonetización de la economía argentina al menos de parte de los economistas no se registraban críticas, a diferencia de los EEUU donde en particular Milton Friedman siguió con particular interés las variaciones en la cantidad de dinero señalando que su contracción traería recesión o contracciones económicas, como que para él, fue la causa de la crisis de 1922 que se había producido artificialmente por una contracción en la cantidad de dinero en los EEUU y así como se había agravado la crisis de los años de 1930 por el mismo motivo.
El suscripto se ha ocupado de la cuestión con una obra que se tituló “La Monetización de la Economía Argentina”, Ed. Dunken, 2003. En dicha obra se propuso un plan de monetización, con estabilidad.
Otros autores registran las diferencias en la cantidad de dinero en diversos períodos de la historia argentina sin explicar su trascendencia ni sus motivos.
El BID se ocupo de la cuestión en el 2005, en una obra titulada “Desencadenar el crédito”, donde consta la desmonetización de toda la economía latinoamericana, excepto Chile, pero con recomendaciones equivocadas de como corregirlas.
La causa de las dificultades del problema es que no es neutro para los importantes factores económicos en juego.
En definitiva para conocer la cuestión lo mejor es leer los informes del FMI sobre la realidad monetaria de todos los países, donde se puede conocer la cantidad de dinero de cada uno, su aplicación, y el nivel de estabilidad alcanzado.
Entre nosotros el aumento de la cantidad de dinero se confunde con la inflación.
Entre nosotros se han generalizado conceptos económicos muy erróneos. Uno de ellos es que el aumento de la cantidad de dinero es equivalente a inflación y la genera sistemáticamente.
Cuando el aumento de la cantidad de dinero es equivalente a la cantidad de bienes que se genera, no hay inflación.
Pero cuando el aumento de dinero se destina a destinos improductivos como pueden ser el consumo privado o público, dicho aumento produce inflación porque no se compensa con una mayor cantidad de bienes.
Es decir el aumento de la cantidad de dinero debería introducirse a través de los préstamos a los sectores de la producción, industrial, agropecuaria, de la construcción, otros sectores productivos, y los servicios.
Los recaudos para la modificación de la política monetaria.
En el libro citado recomendamos la forma de modificar la política monetaria.
Por una parte se requiere una modificación de la ley de creación del Banco Central, porque se deben introducir dos modificaciones fundamentales:
1) una en el objeto o funciones de esa Institución que no debe ser solamente custodiar el valor de la moneda sino también vigilar el crecimiento del PBI.
2) otra es modificar la composición del directorio del Banco Central concediendo mayoría a los representantes de de los depositantes y los tomadores de créditos, porque son los dos intereses absolutamente predominantes en el sistema. Pero también dar representación minoritaria a los bancos y al Estado. Este último tendría la Presidencia y la Vicepresidencia.
3) asegurar la disposición de una cantidad de dinero suficiente a la que demande la actividad económica tendiendo a alcanzar el 100 del PBI, en forma gradual, como se propone en la obra de referencia.

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