martes, 20 de septiembre de 2011

Miedo político y pánico económico

Miedo político y pánico económico
Ya no se trata sólo de una descontrolada danza de miles y miles de millones, sino de una competencia ideológica, política y empeñada, nada menos, que en alcanzar el poder en el mundo interrelacionado que vivimos. En esa lucha, la Argentina -y esto dicho como al pasar- nada tiene que hacer ni decir y únicamente debe prepararse, como simple espectadora, para soportar esta verdadera pulseada que tiene en vilo a los analistas y a los protagonistas que, por lo general, eluden llamar a las cosas por su nombre. Aquí, quienes deberían interiorizarse de esta situación viven en el mejor de los mundos; ni Cristina Fernández, ni sus asesores más cercanos -con la excepción de algún funcionario incapacitado para actuar- y mucho menos quien ejerce el papel formal de ministro de Economía, están interiorizados del complejo mapa de la globalización y vencidos por el ideologismo, apenas sí atinan a formular enunciados optimistas, esforzándose por llegar a las elecciones sin alterar los planes sociales que muy posiblemente se derrumbarán a comienzos del año que viene. En pocas palabras, esto es lo que se avecina en el orden interno entre los nerviosos apoyos de sectores proteccionistas de la actividad industrial y la ignorancia de los políticos más entretenidos por satisfacer minoritarios reclamos de cambios sexuales que por conocer la realidad que se nos viene encima.
Lo que dejamos dicho es nada más que una síntesis, una apretada sinopsis derivada del fracaso de los pocos gobiernos socialistas que todavía sobreviven -España, Portugal, Grecia- la responsabilidad que tiene confundidas a las dos principales potencias de la Unión Europea, como son Alemania y Francia, la caída vertical de la popularidad de Barack Obama en los Estados Unidos y, finalmente, por la paciente independencia de Gran Bretaña, que trata de tomar distancia de la debacle que tanto preocupa. Junto con Suiza, es uno de los dos países europeos que desean mantenerse al margen del difícil conflicto que soporta el euro.
China Continental, donde el comunismo sirve para mantener el orden interno mientras crece su poderoso capitalismo llamado con otro nombre, juega un papel adicional que puede sintetizarse, por ahora, en el hecho de ser la dueña de un impresionante paquete de bonos de la deuda externa de los Estados Unidos, dato nada despreciable, por ser un factor condicionante de la situación. Ésta se define también por la importante crisis interna que viven los norteamericanos, que no se resignan a perder su papel predominante en el mundo, papel afectado notoriamente por las fallas administrativas del gobierno demócrata de Barack Obama, cuyo prestigio está en picada y corre paralelo a la pérdida del control legislativo. En el centro de las tensiones laten las diferencias ideológicas, el déficit fiscal y la resistencia popular a las innovaciones que desea aplicar un presidente que, a esta altura de las circunstancias, ya vislumbra que no será reelecto cuando se produzcan las elecciones de aquí a un año. Parece poco, pero para la realidad norteamericana es un plazo que puede convertirse en abismal.
Cronológicamente, las primeras señales para el vulgo comenzaron con el armado escandalete que volteó al francés Strauss-Kahn de su poderoso cargo en el Fondo Monetario Internacional, sus aspiraciones a reemplazar electoralmente a Sarkozy como presidente de Francia pero, sobre todo, a sus ideas respecto del rol del dólar estadunidense como moneda referencial en el ámbito financiero y económico internacional. Apretadamente, éstos son los componentes esenciales del escenario que hoy alimenta las inquietudes y confunde a los analistas. Y ya que estamos, como para hacer un paréntesis en esta brevísima descripción, como argentinos debemos preguntarnos si por casualidad Cristina o Boudou tienen alguna idea acerca de esta realidad. Con fondo rockero y enjuagues electorales, ambos pasan por la crisis entretenidos en otras cosas menores y acordes con la descendente perspectiva que el kirchnerismo se encargó de construir para nuestra ex República.
Mientras todos estos factores se mueven dentro de los arriesgados parámetros que alteran más aún la intranquilidad de otras partes del mundo -por ejemplo, los países árabes productores de petróleo y la irrupción cada vez más peligrosa del islamismo combativo-, las miradas se detienen en la interna política norteamericana, cargada de interrogantes pero, sobre todo, por el desborde ideológico que encarna Obama, la reacción política que por ahora se canaliza en el movimiento que sacude al Partido Republicano bajo el nombre del “Tea Party” y la crisis social que amenaza seriamente la vida de los norteamericanos. Allí crece la pobreza y la desocupación, los principios ortodoxos que engendraron la potencialidad norteamericana se sienten agredidos por el gobierno de Obama y tal como siempre ha sucedido en momentos críticos, esta clase de tensiones afectan seriamente el devenir político. En un país donde la política externa en buena medida es determinante de sus manejos institucionales, lo que comentamos no es un dato menor y por eso es explicable la incorporación de Sudáfrica al grupo de pocas naciones poderosas que realmente inciden en la marcha del mundo. Sudáfrica es el productor de oro más importante; China, un competidor manufacturero de envergadura por sus menores costos de producción y por ser, junto con la India, uno de los mercados más importantes para vender alimentos. Al cerrar por hoy este corto panorama descriptivo, diremos que esto último es un mensaje alentador para países como el nuestro, excepto que políticamente sobreviva un personaje como Guillermo Moreno o que se convierta en realidad la aspiración de Cristina de designar un futuro plantel de ministros, secretarios y asesores, cuya edad oscile entre los veintiséis y treinta y cuatro años. Bajo el disfraz de La Cámpora, estos párvulos fuertemente remunerados cargarían con el peso de decidir sobre nuestro futuro.

EL VOTO VERDE ARGENTINO

EL VOTO VERDE ARGENTINO

“Hay un tiempo en que es necesario dejar las ropas usadas
que adoptaron la forma de nuestro cuerpo,
y en el que debemos olvidar los caminos
que nos han llevado a los mismos lugares.
Es ahora el tiempo de la travesía, y si no nos animamos,
habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos.”
Fernando Pessoa

Imaginemos un remoto país donde un club de fútbol con un pasado glorioso pierde la categoría como culminación de una prolongada acumulación de desatinos institucionales y deportivos, conmoción que hace estallar de ira a sus simpatizantes, que canalizan su frustración protagonizando bochornosos actos de vandalismo. Imaginemos ahora que, cuando las sombras del desencanto amenazan con sepultarlo todo, un mecenas chino, consternado por la conmovedora tristeza de su pequeño hijo, quien -globalización mediante- ha adquirido una tan inexplicable como entrañable adoración por los colores del equipo en desgracia, decide alquilar el plantel completo del Barça -cuerpo técnico incluido- y ponerlo a disposición de las flamantes autoridades del sufriente club -surgidas a consecuencia de la crisis- a fin de contribuir a revertir el colapso deportivo. Como era de prever, los resultados no se hacen esperar, y rápidamente encaminan al equipo a una fulminante consagración. La natural euforia de sus simpatizantes acompaña incondicionalmente la gestión de la nueva conducción, que al amparo del ciego fervor deportivo, se entrega a una bacanal de negociados, fraudes y tropelías varias, que comprometen severamente el futuro patrimonial e institucional de la entidad. No resulta difícil imaginar el demoledor respaldo electoral que obtendría una apelación a la continuidad de la deportivamente exitosa gestión, con independencia de lo circunstanciales o aleatorios que hayan sido los resultados deportivos, así como de la previsible devastación institucional sobreviniente.
Este módico ejercicio de realismo mágico alcanza para iluminar la sobredosis de republicanismo ingenuo con que el voluntarismo de muchos fantaseó embellecer el previsible comportamiento electoral de la ciudadanía, el pasado 14 de agosto; en mi caso particular, renegando aún de mis propios dichos de apenas sesenta días antes.
La innegable contribución de la oposición se materializó a través de su incapacidad de construir un vector con aptitud de concentrar el rechazo al régimen. Sobre la decisiva importancia del vehículo, permítaseme intentar un conjetural ejercicio contrafáctico: Un Carlos Menem ganador de la interna que le negó Eduardo Duhalde en 2003 hubiera estado en capacidad de sortear la masiva impugnación que lo llevó a desertar de la segunda vuelta, y el kirchnerismo, en ese caso, seguiría confinado a los límites de su feudo patagónico.
La prematura definición de la contienda electoral parece haber instalado un microclima que guarda cierta lejana similitud -salvando evidentes diferencias de escala- con el prevaleciente luego de la implosión de la URSS. Esta versión minimalista de un “fin de la historia” vernáculo, anticipa una pretendida unipolaridad política a partir de la abrumadora hegemonía del canon oficialista. Los primeros movimientos confirman esa presunción. La proyectada contundencia del resultado excita los reflejos borocotizantes latentes en una oposición de baja intensidad, y la avidez del empresariado cortesano empuja la cotización de los reclinatorios de Olivos. Ese primitivismo implícito en un futuro monocolor no hace sino prever una aún mayor laxitud de las reglas que limitan el ejercicio del poder. Sólo un irreductible optimismo permite fantasear con la emergencia de un potencial clivaje federalismo-centralismo, como respuesta de transición al agotamiento del esquema oficialismo-oposición, clásico eje ordenador del debate político.
Este populismo posmoderno, que ha sabido conectar tan hábilmente con el entramado ideológico del “sistema de los objetos”, a través de la exaltación del consumo y la gratificación inmediata, no está exento, sin embargo, del riesgo de ser devorado por su propio espejismo. La profecía de Fukuyama no sobrevivió a la realidad. En términos asimilables, nuestra propia historia registra paradójicos respaldos electorales inapelables -que parecieron fundacionales en su momento- a modelos cuya caducidad estaba anunciada. La verificación de su previsible colapso resintió luego el apoyo ciudadano, o lo mutó directamente en súbito repudio.
Así como suele aceptarse que los mercados descuentan en sus decisiones presentes los escenarios proyectados, por el contrario, las razones profundas del voto ciudadano suelen estar vinculadas fuertemente con la percepción del presente, y si alguna asociación temporal reconocen, ésta tiene que ver con el pasado inmediato. En ese sentido, cabe apreciar el acierto del discurso oficial, que con la consolidada letanía del “infierno” de 2001/2002, ha sabido mantener vivo en la conciencia popular, el parangón con la peor circunstancia de nuestros últimos cien años.
Vale recordar que a sólo tres meses de su plebiscitaria reelección de 1951, el General Perón asumió con realismo el fin de la fiesta consumista, momento que se reconoce como un quiebre que alumbró un tiempo de creciente desencanto de su base electoral menos ideologizada. De referencia inevitable, y a pesar de las consecuencias sideralmente distintas, la caída de Fernando de la Rúa comparte, sin embargo, una misma matriz histórica que muestra reiteradamente que a menudo, paradójicamente, lo que aparece como inesperado sólo torna manifiesto lo obvio.
El paralelo con 1999 resulta insoslayable; la convertibilidad acusaba inocultables señales de agotamiento, pero la insípida apelación del discurso de la Alianza contaba con el inestimable refuerzo de la imagen del drama de la hiperinflación, aún vigente en la memoria colectiva. Esa fuerte identificación empezó a mostrar su precariedad apenas diez meses después, cuando entre octubre y noviembre de 2000 se fugaron más del 2,5% de los depósitos del sistema bancario, iniciando la lenta agonía de aquel gobierno. El resto es historia.
Asistimos por estos días a un nuevo episodio de la saga que documenta nuestro reiterado vínculo fetichista con el dólar. Si bien ya constituye un clásico, la empinada vocación compradora preelectoral presenta en este caso la curiosa singularidad de haberse excitado, paradójicamente, con la desaparición de la incertidumbre acerca de quién será el inquilino de Balcarce 50 por los próximos cuatro años. Esa suerte de “voto verde” podría encubrir algún parentesco con el oxímoron que expresa una sociedad declaradamente pro-estatista, pero cuyos sectores más humildes reniegan crecientemente de la enseñanza estatal gratuita, o prescinden del transporte ferroviario subsidiado, a favor de alternativas privadas más onerosas. La soberbia oficial podría estar confundiendo una regla de validez con el criterio de verdad. Algo así como imaginar que el apoyo electoral convierte mágicamente en verdadero al IPC del INDEC.
En otras latitudes, el “voto verde” remite a los “globalofóbicos”,una suerte de luditas del Siglo XXI. La peculiaridad argentina, una vez más en las antípodas, revela que en estas playas, en cambio, constituye un intento de procurarse un salvoconducto que habilite la conexión con el mundo, a resguardo de la declarada intención depredadora del modelo confiscatorio centralista de matriz parasitaria.
Al ritmo actual de fuga de capitales de u$s 3.000 M mensuales, nos encaminamos a terminar el año con una caída de reservas de u$s 10.000 M. En estas condiciones, mantener el nivel de actividad haciendo Política Monetaria expansiva, importa el riesgo de activar el peligroso ciclo emisión-fuga-emisión. El escenario relativiza la trascendencia del 23.10 como episodio terminal. La economía no es borocotizable y tiene su propia dinámica, que no siempre sincroniza con los calendarios de la política.

LA CAVERNA DEL RÉGIMEN

LA CAVERNA DEL RÉGIMEN
¿Existe o no la realidad? Un psicólogo nos diría que “vivimos en un mundo construido por nuestro cerebro que unas veces nos muestra cosas que no están y otras nos esconde cosas que sí están”.
El poeta inglés William Blake decía: “Si las puertas de la percepción fueran limpiadas, la realidad aparecería como es: infinita.
La percepción es una creación virtual de nuestro cerebro para dar sentido a la realidad que estamos contemplando.
Por eso, muchas veces lo que damos por cierto puede no ser real: “Para nuestro cerebro es más importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. El mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos”.
Interpretamos la realidad según nuestros paradigmas, muchos de los cuales pueden ser falsos.
Quizás una de las obras más conocidas para poner en paralelo el mundo percibido y el mundo real es “La República” de Platón, donde se recoge “El mito de la caverna”, que cuenta el caso de unos hombres que habían sido encadenados en el interior de una cueva mirando hacia dentro.
Había un fuego en el exterior de la caverna y las personas que pasaban entre el fuego y la cueva proyectaban una sombra sobre la pared interior de la misma.
Los que se encontraban dentro sólo veían las sombras y con el tiempo llegaron a creer que las sombras eran la realidad.
“Compara” le pide Sócrates a Glaucón, “con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza”
Y prosigue proponiéndole que imagine: “una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia delante; detrás de ellos la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en lo alto, a lo cual suponte que ha sido construido un tabiquillo.”
Sócrates ante el asombro de Glaucón por la descripción de aquellos prisioneros, le pregunta: “¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombres proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?”
Esos prisioneros al decir de Sócrates, viviendo como han vivido en esa forma: “no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos...”
Como esos prisioneros vive el pueblo argentino, viendo solamente las ficciones que el régimen le proyecta en la pared que tiene enfrente.
Evidentemente se ha acostumbrado a las mentiras del régimen, al falso discurso cotidiano que la presidente le proyecta a través de la televisión “en cadena”.
Encadenados sería mejor decir, a la sarta de mentiras dichas con toda solemnidad, y a veces con el adobo sollozante de alguna referencia al difunto déspota, intercalada en una muestra de chabacana sensiblería para los alcahuetes que la aplauden.
A nuestra “parlanchina” presidente le cabe la definición dada por Sócrates en el diálogo mencionado: “aquellos que andan engañados y se creen que son en realidad políticos, porque se ven celebrados por la multitud”.

lunes, 19 de septiembre de 2011

PAREN, ME QUIERO BAJAR

PAREN, ME QUIERO BAJAR

Memoria: facultad que permite retener y recordar lo pasado. Cada uno tiene sus propias memorias de hechos que nos fueron comunes, porque los vimos desde ángulos diferentes. La suma de todas las memorias, hacen la historia. Desde el gobierno, la memoria es decididamente parcial sobre casi todo. Por lo menos en mi caso.
Tengo miedo que de tanto oír las mismas memorias, que no son las mías, empiece a dudar de lo que realmente sucedió. Y no me refiero a los hechos de los 70, esos los tengo muy claros, me asusta el olvido de los hechos recientes, ya que existe la posibilidad, con el paso de los años, de olvidar lo inmediato.
Asumo que estoy corriendo el riesgo de que me diga,“vieja, vaya a ocuparse de sus nietos”; no se preocupe, me ocupo. El problema es que me preocupa y me ocupa lo que pasó y pasa en mi país. ¿Hemos perdido la memoria, o ya nada nos importa, y lo inmoral nos parece normal?
Dejo de lado la total falta de respeto por la Constitución Nacional, el federalismo y la división de poderes. Dejaron de existir. A partir de este escándalo mayúsculo, recordemos escándalos muy mediáticos conocidos por todos. Desde los desaparecidos dineros de Santa Cruz, hasta los 60 kgs. de cocaína en el aeropuerto de Barajas, España (Southern Wings) y SKANSKA, el INDEC, la inseguridad.
Más memoria: los subsidios al transporte, Jaime, cuyo juicio se pospone una y otra vez mientras él viaja a cualquier lugar del mundo; la embajada paralela en Venezuela, la valija de Antonini Wilson, los medicamentos truchos, la compra y venta de terrenos en El Calafate, con ganancias siderales, la compra de US$2 millones en un día por parte del ex presidente Kirchner; los inverosímiles aumentos patrimoniales de funcionarios nacionales, empezando por la actual presidente. ¿Recuerda?
Hay tanto más. De tanto que hay, se va olvidando. Como es cosa de todos los días, no importa. Un sobreprecio en la obra pública, ¿a quién le llama la atención? Al contrario, la falta de sobreprecio sería noticia. Pero entre toda esta inmundicia que sucede alrededor nuestro y que permitimos, mientras nos distraemos con la tilinguería del día, hay hechos muy recientes que también parecen haber sido olvidados.
¿Alguien sabe qué pasó con los departamentos de Zaffaroni, juez de la Corte, alquilados y usados como prostíbulos? ¿A alguien le importa? Si los departamentos, aunque fuera uno, estuviera a nombre de NN, el hombre ya estaría por lo menos procesado. Porque no todos somos iguales ante la ley, como dice el olvidado artículo 16 de la CN.
En 3 días, 3 accidentes ferroviarios; el 1° con 11 muertos y más de 200 heridos; el 2°, con peatón muerto en las vías al día siguiente; el 3°, otro choque con casi 90 heridos, entre un ómnibus, un camión y el premetro. Recién nos enteramos que los contratos con las concesionarias de los FFCC caducaron todos en el 2002. Los K están en el poder desde 2003. ¿Y?
Desde las elecciones primarias, que con fraude o sin él, la presidente ganó por amplísimo margen, la oposición, por lo general bastante despistada, entró en estado de hibernación. Yo sigo en estado de shock, pero no trabajo de política, ni ofrezco alternativas, sólo relato lo que veo y como lo veo. Sería bueno que reaccionaran, de ser posible antes del 23/10/11.
Y ya que estamos, ¿Usted cree que van a encontrar al, o a los captores/asesinos de Candela? ¿Usted cree que alguna vez vamos a conocer las razones reales del secuestro de la nena? ¿Usted cree que vamos a conocer alguna vez qué pasó de verdad con Jorge Julio López, con los asesinatos de Gral. Rodríguez, con la efedrina, con… y con…?
A pesar de todo lo anterior y de todo lo que no recuerdo, que es mucho, Usted sabe tan bien como yo quien va a ganar cómoda las próximas elecciones. Ya sé, me va a decir esa horrorosa frase que nos define, “y, es lo que hay”. ¿No es hora de empezar a cambiar lo que hay?
Y llegamos a lo que me tiene realmente azorada. ¡Schoklender! Lo he seguido como perro de presa en su tournée por los canales de TV. Lo he escuchado con atención. Es decididamente inteligente. Frío, cerebral, va largando las palabras con cuentagotas. Llega hasta donde quiere llegar.
No hay periodista que le haga perder el rumbo, dice lo que quiere decir y nada más. Pero todos los días agrega algo. Algo que no nos dice a nosotros, los televidentes de a pie; sus destinatarios son otros: sus socios de ayer que están compelidos a no soltarle la mano. Un mensaje claramente mafioso, “si me mandás en cana, yo hago lo mismo con vos, tengo documentos”.
Recordemos que el 24/3/11, hace muy poco tiempo, en el Mercado Central (un centro de compraventa de drogas), Sergio habló, casi en nombre del gobierno, rodeado y avalado por Moreno, Giorgi, Boudou y Mariotto. Aparentaba ser un miembro más del gobierno de Cristina.
Hoy, mientras se da el lujo de hablar en defensa de la república, de la división de poderes, de la alternancia en la política, que es sana para la democracia; mientras dice defender a las 6.000 familias que se quedaron sin trabajo y sin casa, mientras “deschava” corruptelas por parte de altos funcionarios públicos y de la fundación madres (no confundir con Madres Línea Fundadora), intento rehacer la biografía del personaje.
Me repito que fue acusado, juzgado y condenado por doble parricidio, que no hay delito más atroz que el que está agravado por el vínculo, ¡y qué vínculo! Me repito que su asociación con Mamá Hebe, -es necesario un simposio de siquiatras para explicarla-, y sus negocios/ados con“sueños compartidos”, lo tuvieron como protagonista, no único, ni excluyente, pero sí partícipe necesario e imprescindible. Me repito todo eso y más.
Pero el problema es que le creo. Quiero creerle. Quiero que todo lo que diga sea cierto y tenga como probarlo. Y ahí es donde me preocupa mi salud mental, el desierto en el que nos han dejado los opositores, y el tremendo disparate que es creerle a Sergio Schoklender. Pero le creo.
Y como le creo y creo que tiene pruebas de todo lo que dice y de lo que no dice, que debe ser más terrible que lo que cuenta, es que quiero que paren el país por un ratito, el tiempo suficiente para bajarme y poder dar unas vueltas por el espacio exterior. Argentina se me ha convertido en un lugar altamente insalubre. Haga memoria. ¿Usted a quién va a votar?

Sociedad Degradada

Sociedad Degradada
“La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer. La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer”.
Antoni Gala

Si a uno de nuestros máximos jueces se le prueba que es propietario de lugares donde se ejerce la prostitución, y no renuncia; si la única arma de la que parece disponer la oposición para intentar evitar la catástrofe electoral es un parricida estafador; si el organismo ícono de los derechos humanos se transforma en una empresa constructora al servicio del Gobierno; si una obra es anunciada seis veces y su inexistencia se cobra la vida de muchos argentinos, y si una de las principales vedettes es un hombre que también es madre, debemos confesar que hemos dejado de ser un país en serio.
Es curioso lo que está sucediendo, por ejemplo, en relación al sentimiento generalizado hacia el extranjero. Por una parte, parece que nos estamos convirtiendo en una sociedad xenófoba -basta con estudiar el proyecto de ley de tierras, que priva a los no argentinos del derecho constitucional a poseer superficies importantes- y, por el otro lado, todos los días abrimos con mayor generosidad y con mayor irresponsabilidad nuestras fronteras a los inmigrantes de todo tipo.
El proyecto mencionado es, a todas luces, una estúpida maniobra populista y, a la vez, la semilla de la transferencia de grandes propiedades rurales a los amigos del Gobierno; como es obvio, cuando la cantidad de clientes posibles disminuyen, los precios de los bienes bajan. Los pseudo nacionalistas locales, tan funcionales al oficialismo en tantos y variados temas, parecen creer que los extranjeros que, además, sólo poseen hoy el 3% de la superficie- darían a la tierra un uso distinto a los nacionales o, forzando la hipótesis, que podrían enrollarla cual alfombra y llevársela.
Recuerdo que, hace relativamente poco, una imbécil cadena de mails llamaba a oponerse a una supuesta operación que, a través del llenado de las bodegas de los buques que volvían en lastre a Europa con agua potable del Paraná, en realidad estaba saqueando ese recurso natural que, según se dice, pronto faltará en el mundo. Si el autor original de ese dislate se hubiera sentado a pensar, habría descubierto que todas las bodegas que se encuentran por año en esa situación equivalen al caudal que ese río lleva al mar en menos de una hora.
Porque, en el fondo, la tierra y el agua son nada más que dos armas más que los argentinos suponemos en manos de los poderes universales que quieren perjudicarnos, sin percibir que tal conspiración en nuestra contra no es necesaria, que para destruir a la Argentina nos bastamos y sobramos los ciudadanos de este martirizado país.
Desde el otro ángulo, como dije, nos hemos convertido, por obra y gracia del kirchner-cristinismo-que busca y obtiene miles de votos con esa política- en el país que, en todo sentido, tiene más inexistentes fronteras.
No sólo por la porosidad de las mismas al tráfico de todo tipo de drogas y dineros non sanctossino por la demencial manera en que los argentinos actuales conducimos lo que debiera ser una política migratoria. Desafío al lector a encontrar una sola nación en el mundo, con excepción de la Argentina, que no imponga requisito alguno al ingreso y permanencia de extranjeros en su territorio.
Es claro que esa falta de exigencias ha hecho que hoy nuestro país se vea inundado de inmigrantes sin formación de ningún tipo, pobres marginados en sus propias tierras, que nada pueden aportar a nuestro país y que, por el contrario, demandan de él la atención de sus necesidades básicas insatisfechas en materia de salud, educación, transporte y vivienda.
También debe reconocerse que esa negligencia migratoria es funcional a la política, que rápidamente transforma a los recién llegados en clientes del poder de turno, los documenta y exprime de ellos los votos necesarios para perpetuarse, mientras la bonanza económica siga vigente.
Ayer, los periódicos publicaron una noticia sorprendente, que refleja con exactitud el problema al que me refiero. Sonia Quisberth Castro, boliviana y con un hijo discapacitado, demandó a la ciudad de Buenos Aires para que ésta fuera obligada a entregarle una vivienda. La señora Castro, además, recibe cuatro beneficios mensuales: uno porteño, de $1.700, para pagar su pensión; una pensión nacional, de $833, por la discapacidad de su hijo; otro, también porteño, de $270, como ciudadana de la ciudad; y, finalmente, otro más, de $200, de un programa especial. En resumen, la dama en cuestión percibe, mensualmente, la suma de $3.003 y, además, ¡cree que la ciudad debe darle una vivienda!
Los hospitales de Buenos Aires están totalmente colapsados pues, prácticamente con la misma infraestructura, deben atender no solamente a sus habitantes sino a los hombres, mujeres y niños que llegan desde los países limítrofes en pos de una medicina pública de la carecen allí sino, además, gratuita, o sea, solventada con los impuestos que tributan los porteños.
Los colegios públicos, primarios y secundarios, y las universidades nacionales tienen, exactamente, el mismo problema, ya que están superpoblados y, conseguir una matrícula en ellos, se ha transformado en un calvario del cual pueden dar fe innumerables madres de la ciudad y el Conurbano.
Por lo demás, esos desarraigados que llegan en tropel a nuestra Argentina, en general, terminan engrosando la población de las villas de emergencia, que crecen desmesuradamente en superficie y en altura, o durmiendo a la intemperie, en calles y plazas. En muchas de esos asentamientos, como ya lo denunciara el Padre Pepe, la droga y la delincuencia han sentado sus reales y, desde allí, se trafica, se secuestra, se roba, se mata y se muere. El tristemente llamado caso Candelaparece ser una muestra de esa situación.
Los jueces han dejado de aplicar las leyes vigentes, que no precisan de modificación alguna para corregir estos males, y los policías de todo pelaje y color se muestran aterrados ante la posibilidad de reprimir el delito, y verse acusados ante los Tribunales por hacerlo con eficiencia.
La impunidad con que la historia ha premiado los escandalosos latrocinios cometidos por personajes públicos, con la consecuente disparidad ante la ley que ello implica, es un factor más de disgregación social, entronizando el principio del sálvese quien pueda. ¿Cómo se puede exigir buena conducta a una sociedad que habilita a personajes como Carlos Menem, Ricardo Jaime, Felisa Miceli, Sergio Schoklender, Hebe Bonafini, a continuar en libertad después de robar como lo han hecho? ¿O permite que Ricardo Lorenzetti, Eugenio Zaffaroni u Norberto Oyarbide continúen haciendo como que imparten justicia? ¿O tolera que terroristas y asesinos confesos como Horacio Verbitsky, Carlos Kunkel y Eduardo Luis Duhalde ejerzan cargos públicos?
Para brindar seguridad, uno de los principales reclamos ciudadanos, la Ministro del ramo no ha tenido mejor idea que retirar gendarmes y prefectos de nuestras fronteras para cubrir las zonas más calientes del Gran Buenos Aires. Con ello, obviamente, las ha desguarnecido más aún y, si hasta ahora se podía pasar a través de ellas con automóviles con droga, ahora se podrá hacerlo en camiones con acoplado y embarcaciones de todo tipo.
Del transporte aéreo de estupefacientes, ni hablar. Porque el inefable don Anímal Fernández, el payaso autor de tantas nuevas zonceras argentinas, nos ha enseñado que instalar radares para detectar la presencia de aeronaves contrabandistas no es la solución -¿cuál será, entonces?- y la eventual sanción de una ley que autorice a derribarlas no solamente no ha sido impulsada sino que, si lo fuera, no habría aviones para hacerla cumplir.
Nuestra terrible anomía, esa que denota la ausencia de normas sociales de comportamiento, de convivencia y de solidaridad se constata día a día, en un ejemplo simplísimo, con sólo observar cómo tratamos los argentinos al espacio público o, mucho peor, cómo nos llevamos de la economía argentina tres mil millones de dólares por mes actualmente.
Nuestra falta de respeto a los demás, que nos permite estacionar en cualquier parte y a cualquier hora, aunque entorpezcamos el tránsito o impidamos el uso de las rampas para discapacitados, transformar la calle en un basural, bloquear sendas peatonales o de bicicletas, estropear sin remedio parques y plazas, destruir o robar monumentos y placas de todo tipo, fabricar productos malos y caros porque el Estado nos protege, y miles de etcéteras que todos conocemos, no puede ser más que un claro reflejo de nuestra peculiar forma de ver y entender la cosa pública.
Trasladada esa anomía a la política, se puede comprender mejor el marcado desinterés que ésta genera en la gran mayoría de los ciudadanos. Es cierto que la corrupción imperante ha hecho que se perciba como ladrón a todo aquel que incursiona en ella, pero habla muy mal de nosotros que permitamos, día tras día y década tras década, que nuestros bienes más preciados el país, la ciudad, el barrio, nuestra casa, nuestra educación, nuestra salud, nuestra seguridad, nuestra propia vida- sean administrados por cafres, por los peores elementos de nosotros mismos, que lucran desembozadamente y que sacrifican inexorablemente el futuro.
Sólo un compromiso personal, activo, militante y corajudo de todos los argentinos podrá impedir que la curva que marca el camino de nuestra degradación como sociedad continúe descendiendo hacia el infierno.
Brasil y Colombia pudieron hacerlo, cuando fueron atacados por los mismos virus que hoy conviven entre nosotros; México paga hoy, con sus cincuenta mil muertos, el haber ignorado el problema hasta que fue muy tarde para resolverlo. ¿Cuál será, entonces, el futuro de la Argentina?
Lo malo es el lugar desde el que ahora partimos para esa batalla que deberemos dar. Nuestro país es casi el único Estado -acompañado por Venezuela y algunas naciones africanas- que se ha derrumbado tan catastróficamente, cualquiera sea el cristal con que se lo mire.
Porque, si bien es cierto que estamos mucho mejor, en materia económica, que en la crisis de 2001, la película de los últimos setenta años de historia nacional debería ingresar en el género terror.

SOBRAN MOTIVOS PARA ENJUICIARLA POR ROBO

SOBRAN MOTIVOS PARA ENJUICIARLA POR ROBO
Cuando ya no quede un día
de margen… para aguantar…
cuando muera… la alegría…
y se cansen… de robar…
habrá un loco… todavía
que… envuelto en melancolía…
no encuentre a quien degollar…


El Congreso, en un acto de coraje ortopédico del que sus propios miembros no salen del asombro, pidió que comparezca el conocido carterista nacional de la Organización No Gubernamental (ONG) más grande de la República en materia de fondos asignados por el gobierno sin control alguno.
En efecto: Solamente “pidió que comparezca”… pues no se lo ordenó.
El juez, acorralado… ahora le susurró a ella, que le permita detenerlo.
Braga Menéndez… le aseguró que eso… le subiría la imagen.
Y el abogado de Sergio le dijo a su cliente: “Houston… we have a problem”.
Quieren llamarlo ahora al Jefe de la SIDE y al Secretario de Obras Públicas Abel Fatala quien ya había estado en el Congreso… contándoles a todos un cuento de Caperucita Roja. Se sienten hoy, por eso, víctimas de una burla.
También quieren convocarla amablemente para el jueves a la señora Hebe, justamente la madre adoptiva del difunto presidente y también de su esposa y heredera del trono. Ambos… hace tres años… en un discurso famoso, nos pidieron a todos que aceptáramos adoptarla como madre.
Es bastante candoroso por parte de los legisladores suponer que esta señora… madre adoptiva de los argentinos… va a concurrir mansamente a darles explicaciones después de haber vaciado su estómago sobre cada uno de ellos y ostentar el record de denuestos al Parlamento sólo por haber citado al carterista. O la llevan con la fuerza pública… o que se olviden.
Las órdenes de todo lo que está ocurriendo no las dio un ser extraterrestre.
Las partidas no fueron giradas por uno que usó alguna autarquía especial.
Los descontroles… no fueron aceptados por una autoridad de segunda línea.
Las magnitudes no fueron resultado de un capricho de un tesorero retobado.
Los cheques no circulaban a escondidas del pináculo del poder.
La madre putativa no era un personaje desconocido en la casa rosada.
Los presupuestos y los visados o firmas de los Ministros (todos los cuales son secretarios de la máxima autoridad) no fueron diligencias o decisiones de personas alocadas, autónomas o desobedientes.
Todo… absolutamente todo… dependió y ocurrió por disposición directa y por taxativa aquiescencia de la máxima autoridad de la República.
La pregunta entonces es:
¿Por qué razón esos mismos legisladores de la Cámara baja ni siquiera se animan (aunque sepan que va a ser difícil) a declarar al menos la intención de aplicar el artículo 53º de la Constitución Nacional?
Esto es… postular (y sólo postular) que desean impulsar la acusación a la Presidente (pues hallan motivo suficiente para hacerlo) ante el Senado de la Nación por causa de las no menos de 100 irregularidades, más de la mitad de las cuales pueden ser consideradas lisa y llanamente como delitos…con el agravante de que el aumento abismal de su patrimonio en los últimos 5 años es un marco y un indicio mucho más que suficiente para sostener la acusación in limine. Todos saben que sobran ya los motivos.
Las analogías que pueden verse muy cerca de aquí… son impresionantes:
Fernando Collor de Mello fue presidente Constitucional de la República de Brasil entre 1990 y 1992. Fue el primero después de la restauración de la democracia brasileña, y el político más joven en asumir la presidencia en la historia del Brasil.
En los comicios de 1990 fue electo presidente del país por el pequeño y derechista Partido da Reconstrução Nacional.
Precisamente le ganó en la segunda vuelta a Lula.
Su campaña presidencial básicamente se centró en promesas de combatir la corrupción galopante, el enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos y la inflación. Y aquí empiezan algunas otras casualidades.
En marzo del 91, su hermano Pedro Collor pidió ser llamado por un juez para acusarlo pero el juez no quiso recibirlo.
Enterado el Congreso, lo mandó a llamar y allí declaró con lujo de detalles que… Collor controlaba y dirigía una vasta organización de corrupción política.
Dijo que usaba para eso al tesorero de campaña, Paulo César Farías (P.C.).
El mecanismo era justamente una “Organización No Gubernamental” que recibía dinero “para viviendas de los pobres” y le daba parte de esos fondos a P.C. para las campañas y la acción política de Fernando Collor.
Sorprendentemente, esto es idéntico a lo que ocurre entre nosotros y parece ser además… lo que viene ocurriendo desde siempre. Es casi una fotocopia.
El Congreso brasileño inició investigaciones particulares junto con varios medios de la prensa brasilera a nivel nacional.
El Congreso aprobó el inicio de un juicio penal a Collor de Mello por 441 votos a favor y 28 en contra.
En septiembre de 1992, el presidente Collor se alejó de la Presidencia con licencia debido a la profundización de la investigación, mientras el Congreso continuaba sus investigaciones, citando testigos y examinando documentos para evaluar un posible juicio político (implicaba la destitución).
En el último día del procedimiento, el 29 de diciembre de 1992, Collor de Mello envió a su asistente al Senado brasilero para leer allí la carta de su renuncia dejando a su vicepresidente -Itamar Franco- como nuevo Jefe de Estado. El procedimiento continuó, ya no para pedir la destitución de Collor sino para discutir si éste había cometido delitos que implicarían su pérdida de derechos políticos y eventualmente el calabozo.
La principal prueba contra Collor, eran los archivos de la computadora de Farías, que no fueron admitidos pues se obtuvieron de modo ilegal durante una redada policial ordenada por un juez quien casi a propósito ensució la causa. Ese juez había archivado una gran cantidad de documentos y por sus jugarretas… se salvó Collor de Mello. (El juez = otra fotocopia).
Pero era tan evidente su culpa que Collor y pese a la sentencia del Tribunal Supremo, fue considerado culpable por el Congreso de Brasil, que de todos modos le quitó sus derechos políticos por ocho años desde 1994 a 2002.
En junio del 96 Paulo César Farías fue hallado muerto de un disparo en su casa de playa en Maceió, junto al cadáver de su joven pareja.
Es evidente que con la composición parlamentaria actual y con la conducta encubridora de todo el oficialismo ha de ser difícil ver esa película aquí.
Sólo queda aquí la pregunta de “por qué la oposición en el Congreso no lo plantea… aunque sea como modo de expresar la iniciativa” aun a sabiendas de la utopía parlamentaria que implica. Quedaría, sin embargo, el registro.
Pues por esto y varias otras causas hay una especie de agenda para las espoletas de retardo a efectos de hacerlas explotar en el verano.
Es natural que traten de guardar rápido los cadáveres en el placard.
Es puro instinto de supervivencia. Y va a ganar con el 55%.
Ya habrá tiempo para que alguien encuentre los muertos y jugarse el albur de que ese día… ya sean esqueletos. Barren todo.
Y para lograr ese barrido, tapan las puertas de las catacumbas y queman incienso en el ágora. Hasta el pobre Lombroso, viendo todas las caras, los hubiese descubierto el primer día. Pero van a ganar… con el 55%.
Sin esperar nada, Cesare Lombroso nos hubiese avisado que estaban por quitarnos la billetera.
No es necesario hacer demasiado análisis de psicología política, visto que ha sido, es y seguirá siendo ella (y nadie más que ella) la autora exclusiva de las políticas públicas de modo que resulta bastante fácil ver si campea en su conducta habitual aquello que se ve como racionalidad ó irracionalidad política. Cualquiera de los casos… ha sido horneado en el mismo molde.
La sensación es que nos están estafando a todos como estúpidos distraídos.
Entre todos, la discrecionalidad más espeluznante… ahora con su probable mayoría en el Congreso y a caballo de su falta total de idoneidad… pueden terminar eyectándonos hasta del sistema planetario. Y va a ganar con el 55%.
La demagogia es más que su conducta típica. Es su estado de salud.
Cambian su moral y toman otra… ortopédica. Y va a ganar con el 55%
Fugan de una moral a otra que les parezca “más conveniente”… calzada como la cara en la careta, solamente para hacernos víctimas a todos… de esas cabriolas.
Ella, como Cleopatra… que también se creía bella, tiene una relación un poco más que romántica con la contemplación de sus propias imágenes en estado de éxtasis. En verdad… es algo que ha sido siempre un padecimiento secreto de sus horas de verdad, cuando se le desmorona el maquillaje.
Sufre una especie de narcisismo que es mucho más generalizado… pues llega a la exaltación de los afectos populares” entre ella y las clases sociales que son pobres ó muy pobres. Pues va a ganar con el 55%.
Y esa fuerza de atracción fingida hacia la relación enferma con los grupos carecientes parece potenciarse muchísimo cuando ocurren catástrofes ó calamidades de diversa índole. El Motonauta aprendió mucho de ella y ahora no trepida en sacarse fotos al lado de los cadáveres.
Ella ya descendió a otros avernos.
Su demagogia y sus jueces serviles le permiten por ahora sobrevivir frente a este desfalco escandaloso. El demagogo, como decía Julio Cesar, es la mayor expresión de los farsantes.
Y ella… como expropiadora sutil del sentimiento del ignorante, trabaja exclusivamente en la cornisa de la componenda… y hace equilibrio entre el falso riesgo y la abnegación fingida.
Todo… absolutamente todo… se diseñó y ocurrió por disposición directa y por taxativa y explícita aquiescencia de la máxima autoridad de la República.
Y hay motivos más que suficientes para enjuiciarla por robo al Estado.
Pero como violadora serial de la Carta Magna… y viendo ese peligro… ya dispuso que, junto con su regreso al trono… el pueblo se despida para siempre del Artículo 53º de la Constitución Nacional Argentina.

domingo, 18 de septiembre de 2011

EL PAÍS HACE AGUA POR DONDE SE LO MIRE Y NOSOTROS… ¡ARGENTINOS!

EL PAÍS HACE AGUA POR DONDE SE LO MIRE Y NOSOTROS… ¡ARGENTINOS!

Al comienzo de la primera guerra mundial, en el año 1914, la República Argentina se mantuvo neutral en ese grave conflicto.
Muchos de los argentinos más adinerados de esa época, tenían como meca poco menos que obligada, viajar a Europa en donde pasaban largas temporadas.
Sorprendidos por la guerra, ante cualquier problema con las autoridades de ambos bandos, nuestros conciudadanos exhibían el pasaporte, acompañado de la frase “…Yo argentino…” como para explicar que eran neutrales y prescindentes en el conflicto. Y
Así fue el inicio del conocido y popular axioma: “…Yo argentino…”, para significar que uno no quiere involucrarse o comprometerse en algún hecho que no nos afecta en forma directa.
No creo equivocarme en pensar que esta difundida expresión lamentablemente, refleja o comprende a una gran mayoría de los argentinos.
Es una de las formas más comunes para afirmar nuestra prescindencia del hecho, alejarnos de probables engorrosos y molestos problemas y desentendernos del asunto.
Pero lo expresado, que sin duda podría pertenecer al “gen”distintivo argentino, o simplemente a una de nuestras picardías, encierra una grave deficiencia de nuestra identidad: la poca solidaridad, el rehuir la responsabilidad o simplemente evitar enfrentar o escapar de los problemas.
En uno de los párrafos anteriores he expresado que el “…Yo argentino…” se utiliza en aquellos problemas que no nos afectan o atañen directamente y tratamos de mantenernos alejados de ellos.
Pero hay hechos que si bien no nos afectan directamente, indirectamente si nos afectan… y nos afectan fuertemente. Pese a ello, no reaccionamos de la misma manera que si nos afectase directamente.
Un claro ejemplo es la, casi suicida pasividad y permisividad ante las tropelías, desmanejo político y la escandaloso corrupción del gobierno.
¿Por qué no reaccionamos cuando las más altas autoridades del país, y muy particularmente la presidente, nos mienten descaradamente en la cara? ¿Cómo es posible que aguantemos mentiras y engaños escandalosos, uno tras otro, sin inmutarnos?
¿Cómo permitimos sin reaccionar que nos metan la mano en el bolsillo y que nuestros dineros sean dilapidados discrecionalmente, la mayoría de las veces en aspectos que no tienen nada que ver con el bien común?
¿Cómo es posible que soportemos la parodia de la justicia con más de mil presos políticos privados de los más elementales derechos constitucionales y la grosera impunidad ante delitos de extrema gravedad, como el reciente caso de la absolución de Menem en el caso del contrabando de armas?
¿Cómo nos aguantamos esta economía totalmente distorsionada por los enormes subsidios y los parámetros socios económicos falaces y mentirosos que nos informa el gobierno?
¿Cómo puede ser que nos resulte casi indiferente la utilización por el gobierno de la bandera de las “Madres de Plaza de Mayo”,para cubrir uno de los escándalos de lavado de dinero, narcotráfico y corrupción más importante de este ciclo democrático y en donde se ven envueltos varios funcionarios del gobierno, incluyendo a la misma presidente?
¿Cómo es que no pensamos que pasará en nuestro país cuando termine el viento de cola o Brasil desvalorice su moneda?
¿Habrá alguien que piense adonde nos llevará la inflación existente, con las reservas en baja, con los fondos de la AFJP y otras cajas agotadas y con un déficit fiscal creciente?
Pero no sólo gran parte de la ciudadanía utiliza el “…Yo argentino…”. También lo hace cada vez más frecuentemente la presidente. Ante los cada vez más numerosos y graves escándalos que surgen casi diariamente, la siempre locuaz y dicharachera presidente, Cristina F. de Kirchner, pareciera que pierde el habla: no abre la boca, ni toca ni se refiere, al tema públicamente.
Se refugia en la Quinta de Olivos o en su reino particular en Calafate en un absoluto mutismo. La única interpretación que se le puede dar a esta huidiza conducta, es que indirectamente Cristina deja entender “no es mi culpa”, “no tengo nada que ver”, “no puedo hacer nada”. En definitiva “…Yo argentina…”.
Toda esta situación, casi increíble, no hace más que reafirmar lo expresado por un importante dirigente del sector agropecuario: mientras algunos argentinos puedan ver el programa de Tinelli, el futbol para todos y estén sumidos en la fiebre actual del festival consumista, todo lo demás es superfluo.
De los aproximadamente 30 millones de ciudadanos habilitados para votar en las últimas elecciones primarias, casi un 35% votó a Cristina. Seguramente muchos la votaron por estar convencidos y conformes con su gestión gubernamental, pero también muchos siguieron la engañosa y falsa “zanahoria”del gobierno.
Para estos últimos, el porvenir de sus descendientes y el futuro de esta gran Nación, son secundarios y no tiene mayor importancia.
Para el 70% que no votó al oficialismo es difícil explicar la pasividad y mansedumbre semejante a una majada de corderos que van al matadero. Realmente no encuentro explicación racional
Para terminar esta lamentable descripción de cómo somos actualmente algunos argentinos, de cómo soportamos estoicamente, casi despreocupados y con cierta alegría, todos estos abusos y destrato del gobierno, quiero finalizar esta nota, con lo que expresó en televisión, días pasados, un prestigioso analista político: “Elevemos en un brindis, nuestras copas de champagne… y que siga la joda”.

Con sus enemigos derrotados, el cristinismo se dedica a la lucha interna

Con sus enemigos derrotados, el cristinismo se dedica a la lucha interna
En una racha que no parece tener fin, la oposición sufrió una nueva derrota con las declaraciones de Sergio Schoklender ante la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. El ex apoderado de las Madres no aportó ninguna denuncia consistente y sus acusaciones sobre las presiones recibidas de parte del director de la SI (Ex SIDE), Fernando Pocino, se diluirán como siempre ocurre en estos casos. Este ejemplo completa un cuadro en el cual el kirchnerismo se está quedando sin enemigos importantes. Su principal contrapunto electoral, Eduardo Duhalde, no consigue superar los efectos del castigo sufrido el 14 de agosto y en su entorno ya se habla de post-duhaldismo. Los demás candidatos opositores, empezando por Hermes Binner y Alberto Rodríguez Saá, se cuidan de aparecer como anticristinistas, en tanto que Ricardo Alfonsín parece abrumado por la indiferencia que le prodiga la propia dirigencia radical. En otro terreno, la partición de la Mesa de Enlace y el acercamiento formal de Eduardo Buzzi al gobierno son suficientes como para paralizar cualquier rebrote de conflictividad con el campo. En cuanto al enemigo intimo de la Casa Rosada, Hugo Moyano, su conducta es meramente defensiva, porque se sabe acorralado no sólo por la causa de la mafia de los medicamentos sino por las maniobras internas en la CGT para voltearlo a más a tardar en junio próximo. Rápido de reflejos para apropiarse de cuanta caja esté a su alcance, el gobierno está a punto de aprovechar la debilidad del camionero para meter mano en el Fondo Solidario de Redistribución (unos 10.000 millones de pesos que deberían redistribuirse a las obras sociales) para pagar vencimientos de la deuda pública en el 2012. Clarín, otro de los enemigos vip del gobierno, parece destinado a sufrir una fuerte ofensiva tal vez antes mismo del 23 de octubre.
Múltiples focos
Con sus principales enemigos derrotados o momentáneamente paralizados, el cristinismo se enfrenta a nuevos riesgos. Para empezar, su ejercicio del poder se basa en elegir enemigos y dar una batalla atrás de otra, dándole un tono épico a lo que en una democracia normal sería simplemente la administración del Estado. Así es que el actual triunfalismo, sin rivales a la vista, está generando un aumento importante de la conflictividad interna. Convencidas de que nadie está en condiciones de desalojarlos del poder, las distintas tribus kirchneristas se preparan para una interna que puede ser salvaje. Uno de los factores centrales de la discordia es la irrupción de Amado Boudou como actor político de primera clase. Por su pasado liberal y su estilo posmoderno, la vieja guardia del kirchnerismo lo resiste. Esto es, Carlos Zannini, Héctor Icazuriaga, Nilda Garré y Horacio Verbitsky. Ellos temen que el futuro vicepresidente termine siendo el delfín de CFK para el 2015, si es que no hay reforma constitucional con reelección indefinida. Pero también Daniel Scioli y su futuro vice ultra-k, Gabriel Mariotto, recelan que Boudou apunte en realidad a quedarse con la gobernación de Buenos Aires. En su meteórica carrera, el ministro de economía también choca con otra estrella en ascenso, Florencio Randazzo. La dirigencia de La Cámpora coquetea, a su vez, tanto con la mesa chica de Olivos como con Boudou, y su objetivo sería asegurarse el acceso a algunas secretarías de Estado, lo que hasta ahora no les concedió CFK.
De todas las batallas en marcha, la de Buenos Aires es tal vez la más dinámica. El artículo 123 de la Constitución de Buenos Aires le prohíbe a Scioli un tercer mandato. El cristinismo necesita, entonces, instalar en La Plata un hombre propio en el 2015. De este modo tendría un reaseguro en el caso de que el próximo candidato presidencial peronista no sea un kirchnerista. Mariotto sería hoy la figura elegida en Olivos, para lo cual pronto Sergio Massa, un candidato natural a la gobernación, sería invitado a formar parte del gabinete nacional. Esto lo obligaría a pactar con Mariotto. Aníbal Fernández, que será una pieza clave en el Senado, se anota entre los aliados del titular de la AFSCA.
Ajeno al kirchnerismo pero no a la discusión por la gobernación, Francisco de Narváez no por nada moderó sus críticas a la Casa Rosada, intuyendo tal vez que después de octubre habrá mucho para negociar. A este panorama cabe agregar que Julio de Vido tendría intenciones de digitar a su sucesor en el Ministerio de Planificación y que Guillermo Moreno combate a capa y espada para sobrevivir en algún alto cargo, ya que sería difícil que subsista en la Secretaría de Comercio. La posibilidad de que aparezca en el gabinete el actual embajador en España, Carlos Bettini, es incierta, porque le reprochan que se opuso tenazmente a la reelección de su jefa. Otra vacante que se abriría es la del Ministerio de Justicia, porque se descuenta el alejamiento de Julio Alak. La Secretaria de Seguridad Cristina Camaño y el Auditor General (y operador judicial) Javier Fernández ya compiten por ese sillón.

SINERGIA

SINERGIA
Una sinergia (del griego συνεργία, «cooperación») es el resultado de la acción conjunta de dos o más causas, pero caracterizado por tener un efecto superior.
Y ejemplo de este fenómeno lo constituye la suma de inescrupulosos que integran la cofradía cleptómana instalada en el gobierno nacional desde el 25 de mayo de 2003, sin fecha de vencimiento para desgracia de nuestro país.
Han sido aniquilados todos los organismos de control, al mismo tiempo que se ha vaciado el poder real del Congreso Nacional y el Poder Judicial, lo cual produce esta sinergia monstruosa que nos condena a padecer una tiranía real bajo la pantalla de una democracia virtual.
El Ejecutivo Nacional comanda una asociación ilícita corrupta y corruptora, pero lo más grave es que no existen límites por la destrucción de los otros poderes fundamentales del estado.
No resulta ocioso recordar las desobediencias sistemáticas a sentencias del Poder Judicial por parte de los miembros del Ejecutivo, tanto como el veto impuesto por la Reina Cristina a leyes aprobadas por el Congreso Nacional.
Cuando la presidente de la nación se burló de todos al utilizar las reservas del Banco Central para afrontar gastos corrientes vía decretos de “necesidad y urgencia”, o cuando vetara la Ley de Protección de Glaciares, la de recomposición del 82% móvil a la clase pasiva, y hasta la pomposamente denominada Ley de Transparencia de la Democracia continuando poniendo a dedo a sus candidatos, destruyendo nuestra economía y el principio de división de poderes, llegando al colmo de desobedecer sentencias judiciales sosteniendo que eran de “imposible cumplimiento” (caso Sindicato de Aeronavegantes -orden del juez Sudera- desobediencia de Aníbal “Baúl” Fernández) hasta el alzamiento contra fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuando después de tres sentencias no fuera repuesto el ex Procurador Sosa en Santa Cruz, eyectado de su cargo por el ausente con presunción de fallecimiento NCK por pretender aquél averiguar el destino de los millonarios fondos desaparecidos.
Si nuestros legisladores tuviesen vergüenza tendrían que haber renunciado a sus bancas.
Si los miembros de la Corte Suprema Nacional tuviesen una pizca de dignidad, también tendrían que haber presentado su renuncia.
Pero como prevalece la necesidad más terrenal de subsistir cobrando cientos de miles de pesos en dietas y salarios, el decoro dejó de ser una virtud y quedó extinguida y erradicada de nuestro vocabulario.
Sería muy interesante que la ciudadanía tuviese conocimiento de los verdaderos ingresos que reciben fiscales, jueces, especialmente los ministros supremos, como así también las dietas y prebendas de que gozan nuestros legisladores, en correlato con los millones que se llevan los miembros del Poder Ejecutivo como para comprender por qué no existe vocación de averiguar la verdad ni condenar.
La degradación ética y moral que vive la Argentina desde que se enquistara el kirchnerato en el poder, va en relación directa a la destrucción de nuestras instituciones más elementales, en particular la célula familiar y la dignidad humana, fruto de la tinellización que sufrimos.
Este panorama es malo, muy malo, pero seguirá peor, ya que no existe una verdadera oposición, lo cual nos coloca en verdadera situación de abandono y víctimas del atropello más soez y descarado.

sábado, 17 de septiembre de 2011

BOUDOU YA ESTARÍA PREPARANDO EL AJUSTE 2012

Cristina compró 20 pares de Louboutin mientras sigue la minicorrida cambiaria

El shopping fue sin duda la mayor gratificación de CFK en su estadía en París. En su comitiva trascendió que sus gastos más fuertes fueron, por un lado, las carteras Birkin Bag y Kelly Bag de Hermès y también las Louis Vuitton. Pero también otros objetos del deseo la deslumbraron: se compró 20 pares de zapatos del diseñador Christian Louboutin, que son de élite y se caracterizan por tener la suela rojo pasión y el taco muy alto. Su costo es de alrededor de 4.000 euros cada par y se los probó uno por uno en la suite del hotel George V donde se alojó. Reconfortada por sus compras, una de las primeras cosas que hizo al llegar a Olivos fue convocar a Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont para tratar la insistente minicorrida cambiaria. La decisión fue la previsible: el gobierno va a seguir vendiendo dólares para que éste no supere el valor de 4,24. El jueves, el BCRA y el Nación vendieron 140 millones de dólares y el viernes 170 millones, mientras el blueestuvo a 4,45 y el “contado con liqui” a $4,58.
Es evidente que el gobierno no acierta a frenar la minicorrida cambiaria que, en definitiva, es una expresión de la incertidumbre postelectoral.
A ajustarse los cinturones
Por su parte, fuentes de la UIA afirman haber escuchado de la presidente que el 10 de diciembre firmaría un decreto fijando una pauta salarial menor al 20% y con piso del 12%. Boudou también pasó mensajes. En reuniones privadas, les anticipó a los empresarios que se recortarán subsidios y aumentarán tarifas. En otras palabras: que se viene el ajuste tan temido y que supuestamente jamás iba a firmar CFK, pero que tal vez firme Boudou cuando ella esté en alguna gira. Cuando aún faltan 37 días para el 23-o, la tendencias marcan la repetición del triunfo de CFK. Pero los mercados, que votan todos los días, le piden dólares al Central y no se sabe cuándo parará la demanda. Es que el mercado no sabe con qué pagará el gobierno los compromisos externos del año que viene. Está claro que ya no hay más reservas disponibles para pagar en el BCRA y se ignora si el gobierno saldrá a buscar financiamiento a los mercados voluntarios de crédito.
Nada de esto impide que siga al rojo vivo la interna entre Florencio Randazzo y Boudou, ya que aquél quiere ser Jefe de Gabinete y éste se entusiasmó también con la idea de suceder a Aníbal Fernández y ser a la vez Vicepresidente, lo que sería manifiestamente incompatible en términos legales. Toda una tentación para el kirchnerismo, un violador serial de las reglas. Otra interna que da que hablar gira en torno a quién reemplazará a Gabriel Mariotto en la estratégica AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual). Para este verdadero ministerio de medios se candidatean Guillermo Moreno, el Secretario de Comunicación Juan Manuel Abal Medina y el diputado nacional Manuel Baladrón. Ese cargo es clave, porque desde allí se comandará la futura ofensiva total contra el grupo Clarín. Ésta empezaría por dividir Cablevisión y Multicanal, quedándose el multimedios con éste. Paralelamente, se activaría un nuevo golpe contra Papel Prensa. En la Casa Rosada están convencidos de que, después de octubre, ningún grupo empresario se atreverá a firmar una solicitada de apoyo a Clarín.

A PARTIR DEL BLOQUEO JUDICIAL A LEAKYMAILS

Aparecen las pruebas de la central de espionaje montada por Garré, Milani y Pocino
Tres semanas atrás, la Ministro Nilda Garré se comunicó con el Juez Federal Sergio Torres anticipándole que estaba por presentar un recurso de amparo para bloquear -por razones de seguridad nacional- la página http://www.leakymails.com/. Garré le habría dado al magistrado detalles acerca de cuáles eran los archivos que en particular le interesaba que no tuvieran difusión. Inmediatamente Torres les habría encargado a varios funcionarios de su confianza que revisaran los archivos en cuestión. Cuando éstos empezaron a cumplir el encargo no podían creer lo que veían. Las casillas hackeadas de la abogada Ileana Arduino, Directora Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa durante la gestión Garré, eran la clave del escándalo. Los hackeados mails de Arduino, una funcionaria de la mayor confianza de Garré, contenían cientos de interceptaciones a militares de las tres fuerzas armadas en actividad y en retiro. Los envíos que llenaban las casillas de Arduino tendrían sobre todo dos remitentes: el director de Inteligencia Interior de la SI (ex SIDE), Fernando Pocino, y varios de sus subordinados y el general César Santos Milani, Subjefe del Estado Mayor, Director de Inteligencia y principal operador de Garré. Torres habría comprendido entonces el porqué del apuro de aquélla para bloquear la página en cuestión. El material hackeado incluiría cientos de desgrabaciones de comunicaciones telefónicas, interceptaciones de mails, informes de renuncias, de cuentas bancarias, fotos de reuniones, etc.
Una operación para borrar los rastros
La mecánica montada por esta central clandestina de espionaje ilegal sería muy simple. Arduino habría tenido a su cargo concentrar y ordenar, para su posterior elevación a Garré, la masa de información que le remitían los grupos de inteligencia comandados por Milani y Pocino, este último promocionado estos días por las denuncias en su contra de Sergio Schoklender en el Congreso. El descubrimiento de esta trama no sólo habría conmocionado al juzgado de Torres. Desde allí se habría filtrado información sobre los mails hackeados que llegó a varios de los militares espiados. Así es que sería probable que próximamente surja a la luz pública la trama del sistema de espionaje, al más puro estilo soviético, montado desde los niveles más altos del estado kirchnerista.
El resto de esta historia es la parte conocida. El juez Torres se excedió en su esfuerzo por quedar bien y terminó bloqueando innumerable cantidad de blogs, ocasionando la airada protesta de Google. Todo esto sin poder, por supuesto, bloquear por completo aún la página de Leakymails.
También trascendió que la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, estrechamente ligada a la SI, habría intervenido directamente en el tema, con el propósito de que Torres le traspase el expediente. La operación judicial apuntaría, sobre todo, a que quede la menor cantidad posible de rastros de la operatoria ordenada por Garré y ejecutada por Arduino, Pocino y Milani.
Estos entretelones del espionaje cristinista incluirían también la intervención de un grupo de inteligencia de la Policía Federal enfrentado con Garré debido a las recientes purgas que ésta realizara en esa institución. Los federales disidentes habrían profundizado su propia investigación sobre las actividades de Arduino, y estarían preparando un exhaustivo informe sobre ésta, que incluye algunos mensajes anónimos contra altos oficiales de la policía, que habrían sido difundidos desde el número de fax de aquélla.

Todo tiene precio pero nada tiene valor

Todo tiene precio pero nada tiene valor
Éste puede ser el apotegma en el frontispicio de todos los mass media globalizados y así podríamos saber los pacientes oyentes y televidentes a qué atenernos y no comprar todo lo que nos venden.
No hay signo más genuino de nuestro tiempo que el precio en dinero de todas las cosas, desde un humilde vaso de agua hasta los consejos espirituales para la salvación eterna de los más variados pastores y gurúes. Todo está a la venta y todo se compra. Heidegger hace más de medio siglo dictaminó que la esencia de la propaganda consistía en poner “el ser a la venta”.
Este totalitarismo comercial, y lo que es peor aún, financiero, no solo acaba de desquiciar al mundo con la estafa planetaria de los “hermanitos Lehman y Cía.”, sumiendo en graves riesgos de existencia a naciones enteras, sino que para colmo de males: es impune. Nadie dice quién se apropió de esa enorme masa de dinero, a dónde fue a parar. Y, para colmo, los que lo saben, callan.[1]
Es decir, como todo tiene su precio, aquellos que conocen a los beneficiarios de tamaño descalabro mundial, han sido comprados.
En cuanto al valor, que es lo que algunos buenamente quieren reintroducir en el mundo, ha sido desplazado de éste. El disvalor es su reemplazante en casi todos los órdenes y dominios. No al ñudo, un filósofo de la talla de Massimo Cacciari, hoy gobernador de Venecia, nos habla de la pax apparens, de que estamos viviendo un mundo aparente, de disimulo y simulacro. Hace unos días un muy buen pensador argentino Luis M. Bandieri nos habló sobre el robo de la realidad a través del discurso político y mediático, con lo cual el sujeto político por antonomasia que es el pueblo, desapreció.
Hoy los gobiernos, como administradores de los Estados, dejaron de crear trabajo para otorgar subsidios. Aquella vieja frase de Perón: “gobernar es crear trabajo”, nadie la lleva a la práctica porque para los gobiernos es más fácil, menos complicado y más expeditivo otorgar becas o subsidios, que en el fondo son simples transferencias de dinero. Y como no existe en el mundo un solo gobierno que desee pagar su deuda externa o interna sino que todos reciclan sus enormes deudas con más deuda (lo que además redunda en grandes comisiones para los actores financieros), la gran maquinaria sigue rodando. La consecuencia politológica es que los pueblos son trasformados en “gente” y los ciudadanos en “clientes”.
Espantar no nos espantamos, escandalizar tampoco, pues ya no queda casi nada de que escandalizarse. El hecho consumado es éste y no hay vuelta de hoja: todo tiene precio pero nada tiene valor.
¿Qué nos está permitido esperar?
Sabemos por experiencia histórica que los hombres se suicidan pero los pueblos no. Buscan permanecer en su ser, en su índole, en sus caracteres. En sus peores épocas de extrañamiento de sí mismos, buscan el afianzamiento en su genius loci(clima, suelo y paisaje). Las tradiciones nacionales y los planteos identitarios comunitarios.
Esto no es otra cosa que la reinstauración de valores perdidos con la búsqueda de otros nuevos.
¿Cómo lograr la reimplantación de valores en una sociedad de consumo compulsivo y masivo para la cual no existe lo inapreciable, pues todo tiene precio?
Sabemos, apelando nuevamente a la historia, que existen solo dos caminos o vías de acceso a los valores: la educación, entendida como formación, y el trabajo, entendido más como labor que como obra.
Hoy, a fuer de ser sinceros, no podemos contar con la educación formal porque está absolutamente desnaturalizada. Los ingentes esfuerzos que se vienen haciendo desde el fin de la segunda guerra mundial en el sentido de cambiar todas las pautas y normas de la educación clásica, han dado por resultado: alumnos que no estudian y maestros que no enseñan. Así la educación por el ejemplo del maestro y la autoridad fundada en el saber desaparecieron del horizonte de la educación mundial.
Descartada la educación, para qué gastar pólvora en chimangos en planes y proyectos que se reciclan a sí mismos en la no educación, sólo nos queda el trabajo como creador de valores.
Y esto lo ha visto un gran filósofo contemporáneo, el escocés Alasdair MacIntyre quien en su obra cumbre Tras la virtud (1981) señala, en una sociedad desacralizada y sin educación, al trabajo como fuente de la virtud y a ésta como origen de los conceptos valorativos y normativos. Es que el trabajo exige la incorporación regular de hábitos para realizarlos bien y eficazmente. Y esta repetición de actos termina por crear virtud, que no es otra cosa que: repetición de actos buenos, y esto genera pautas de conducta que terminan instaurando valores.
Y si vamos un poquito más lejos vamos a ver que fue el napolitano Giambattista Vico (1668-1744) quien en su tiempo ya advirtió el hecho innegable que al menos los temas de filosofía moral no pueden encontrarse sino encarnados en la realidad histórica de grupos sociales concretos, llamados comunidades.
Termina el Escocés afirmando rotundamente que: “la tradición de las virtudes (la de los valores) discrepa con ciertos rasgos centrales del orden económico moderno y en especial con su individualismo, de su afán adquisitivo y de su elevación de los “valores del mercado” al lugar social central. Ahora queda claro que conlleva también el rechazo al orden político moderno… La política moderna sea liberal, conservadora, radical o socialista ha de ser simplemente rechazada desde el punto de vista de la auténtica fidelidad a la tradición de las virtudes y los valores” (op. cit. p. 312, ed. Crítica, Barcelona, 2001).