martes, 29 de noviembre de 2011

Las reservas ya no respaldan íntegramente la base monetaria

Las reservas ya no respaldan íntegramente la base monetaria

Las recientes medidas de control de cambio solapado instrumentadas por la AFIP significaron un aumento tangible de la inseguridad jurídica. Sin embargo, no se trataría de un episodio aislado porque, a tenor de los últimos datos en materia de reservas, el BCRA estaría incumpliendo la normativa específica sobre la materia, contenida en la Ley 25.561 de Emergencia PÚBLICA Y REFORMA DEL RÉGIMEN CAMBIARIO. Dos artículos de esta norma prescriben claramente que las reservas del BCRA deben respaldar la base monetaria.

Así, el artículo 4° de la norma sostiene: “En todo momento, las reservas del BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA en oro y divisas extranjeras serán afectadas al respaldo de la base monetaria. Cuando las reservas se inviertan en los depósitos, otras operaciones a interés, o a títulos públicos nacionales o extranjeros pagaderos en oro, metales preciosos, dólares estadounidenses u otras divisas de similar solvencia, su cómputo a los fines de esta ley se efectuará a valores de mercado.”
Congruentemente, el artículo 6° de la misma ley complementa lo anterior al sostener: “Los bienes que integran las reservas mencionadas en el artículo anterior constituyen prenda común de la base monetaria, son inembargables, y pueden aplicarse exclusivamente a los fines previstos en la presente ley. La base monetaria en pesos está constituida por la circulación monetaria más los depósitos a la vista de las entidades financieras en el BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, en cuenta corriente o cuentas especiales”.
Por debajo de la línea
Ahora bien, el Banco Central de la República Argentina publicó la Comunicación “C” 59966. La misma informa que al día 18/11 las Reservas Internacionales eran 46.022 millones de dólares, que en pesos representaban 195.902 MM (4,2567$/u$s). Y el pasado viernes 25, la entidad publicó otra Comunicación, la “C” 59997, revelando que la base monetaria correspondiente a ese día era de 196.599 millones. La conclusión es obvia: desde la semana pasada las reservas no respaldan íntegramente la Base Monetaria, aunque es cierto que esta situación puede variar en cualquier momento.
Sancionada en enero del 2002 en plena etapa del corralito, o sea, hace una década, la ley 25.561 buscó con este tipo de normas restituir la confianza pública -nacional e internacional- imponiendo un rígido esquema de respaldo al circulante. Aunque en forma mínima, este esquema empieza a mostrar ahora falencias objetivas. Por lo pronto, la semana pasada el BCRA compró varios millones de dólares, para lo cual emitió pesos, a la vez que en la licitación del martes renovó sólo una parte de los vencimientos, por lo que debería haber un incremento adicional de Base Monetaria. No sería entonces de extrañar que cuando aparezcan los datos de la Base Monetaria correspondientes a esta semana, la brecha entre los dos valores se agrande.

Todo lo que siempre quiso saber sobre los subsidios pero nunca se atrevió a preguntar

Todo lo que siempre quiso saber sobre los subsidios pero nunca se atrevió a preguntar

La insolencia del espejo
Quienes conjeturamos erróneamente hace diez meses, acerca de la posible negativa de Cristina Fernández a encabezar este tercer capítulo del ciclo iniciado en 2003, basados en un racionalismo que se reveló inapropiado para la prospectiva política, fundamentábamos aquel equivocado vaticinio en el previsible agotamiento del llamado “modelo”, que la realidad se ha encargado de confirmar.
La adversidad fue correctamente pronosticada, pero la causalidad no se verificó. Es opinable si subestimamos la vocación presidencial por darle pelea, o si fue la presidente quien subestimó la complejidad de la situación a enfrentar. Lo que está en entredicho, en tanto, es su capacidad potencial para domar una realidad económica hostil, dados los condicionantes que le impone su particular cosmovisión, así como los márgenes políticos que está dispuesta a poner en juego.
El blindado hermetismo, tanto como el críptico metalenguaje oficial, sólo permiten inferir la sensibilidad frente a los desajustes de la economía, a partir de las medidas de gobierno. En ese sentido, el mamarracho del control de cambios nos notificó que en Palacio se ha registrado el estrechamiento de los márgenes de maniobra que exhibe el sector externo. Parecida vibración generaron las señales de deterioro en el frente fiscal. La dimensión de las inconsistencias acumuladas las torna inocultables y empieza a amenazar la consistencia del “relato”. Las correcciones que impone la realidad ponen en foco, por ejemplo, la extravagante política de tarifas de los servicios públicos, que la retórica oficial pretende convertir ahora en una cruzada nacional a favor de la igualdad. Los anuncios apenas dejan entrever los márgenes de un entramado, que en cualquier país donde el sistema jurídico prevalezca por sobre las bravuconadas telefónicas de un funcionario, cobraría ribetes de escándalo.
Desde aquella jugada declaración, que con desconocida osadía, se permitió el entonces vicepresidente Daniel Scioli en Tucumán, en el curso del Precoloquio preparatorio del 39° Coloquio de IDEA, el 12 de agosto de 2003, cuando aseguró que en 90 días “las subas del gas y la electricidad van a venir porque necesitamos inversión para que haya más energía”(sic), audacia que le valiera el destierro interno, el tema registra algún intento fallido de Roberto Lavagna y un paper interno de Martín Lousteau, aconsejando una “re-tarifación” progresiva, cuando su impacto presupuestario era 15 veces menor que el actual. La centralidad que ha ganado merece un detallado abordaje, que admite un triple cuestionamiento.
Instrumento inadecuado.
Después de ocho años de una disparatada política tarifaria que, entre otras aberraciones, condenó al 35% de los hogares más pobres a pagar el gas domiciliario entre tres y cuatro veces lo que demandaba el servicio a los más pudientes, el gobierno intenta redimirse inventando una pretendida epopeya igualitaria, que propone mejorar la distribución del ingreso apelando a la discrecionalidad tarifaria.
Ese reduccionismo absurdo desconoce que la desigualdad sólo se combate genuinamente elevando la calidad de los bienes públicos que el Estado provee a los sectores socialmente postergados, y llegado el caso, con asignaciones directas selectivas, pero no mediante la burrada de establecer precios según la capacidad económica del comprador. La patética campaña de algunos mediáticos oportunistas, sólo revela su condición de vasallos del poder o, peor aún, su profunda ignorancia. En cuanto a la complejidad de una correcta instrumentación, basta considerar que aún parámetros socioeconómicos presuntamente inobjetables, pueden resultar invalidados por la realidad. Por ejemplo, si el 71% de los jubilados incorporados al sistema por la moratoria previsional pertenecen a hogares que rankean por encima del cuarto decil de la pirámide de ingresos, percibir la jubilación mínima no parece ser un criterio de elegibilidad suficiente para mantener el subsidio.
Efecto incierto
Para la teoría económica la reducción de un subsidio genera un efecto equivalente al incremento de un impuesto. En términos macroeconómicos, las medidas anunciadas constituyen apenas el cambio de la fuente de financiamiento de un gasto. El Presupuesto 2012 -en tratamiento en el Congreso- contempla erogaciones por 75 MM en concepto de subsidios a las tarifas. En el esquema vigente, la porción de la factura que no paga el usuario, la abonamos entre todos los contribuyentes, en la proporción en que aportamos a financiar el gasto público en su conjunto. La decisión de eliminar el subsidio que beneficia a determinados usuarios significa que se reducirá el citado gasto público en el monto global que se determine -se habla de 20 MM-, que pasará a ser afrontado por los usuarios. En ese caso, podría ocurrir que el PE mantenga el nivel agregado del gasto, disponiendo otro uso para esos recursos o, en caso contrario, que ahorre ese importe y vea reducida la necesidad de apelar al financiamiento inflacionario, o bien que recorte algún recurso tributario alternativo (p.e. la actualización del Mínimo no Imponible para la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias). Como se advierte, hasta que no conozcamos las respuestas a esos interrogantes resulta imposible abrir juicio sobre el efectivo impacto sobre la distribución del ingreso.
Discrecionalidad tarifaria
El paradigma regulatorio adoptado por el modelo de privatización de los servicios públicos dispuesto por el Congreso de la Nación en los ´90 reconoció, entre otros, dos criterios básicos. La tarifa sería el mecanismo de financiación de la inversión -hasta entonces financiada con fondos presupuestarios- y su nivel y estructura, se ajustarían al esquema denominado “price-cap”,que garantiza una razonable racionalidad y transparencia en su determinación. La Ley de Emergencia Económica de 2002 derogó todo ese marco conceptual y habilitó la instalación de la más absoluta discrecionalidad y arbitrariedad en la materia. Las ruinosas consecuencias de la injustificada prolongación de la emergencia están a la vista. En materia de energía, las erráticas señales de precios han espantado a la inversión, lo que hoy se expresa en un déficit en la balanza comercial energética que pone en riesgo la holgura de las cuentas externas que nos regala el yuyito.
A esta altura, tamaña incompetencia resulta sospechosa. Lo cierto es que pueden rastrearse al menos dos efectos colaterales de este extravagante experimento que merecerían ser explorados en profundidad, propósito que excede la naturaleza de estas reflexiones, que intentan, al menos, disparar la inquietud.
El estrangulamiento tarifario ha resultado, en los últimos años, un mecanismo eficiente para facilitar la transferencia de los paquetes accionarios de muchas prestatarias, a precio de remate. El nuevo mapa así conformado le ha permitido al gobierno contar con el respaldo de empresarios auténticamente consustanciados con el “modelo”, que supieron adecuar sus legítimas aspiraciones de rentabilidad a los propósitos igualitarios del régimen. Tanta generosidad justificaría que la construcción de la retórica oficial los inmortalizara con una identificación -tal vez “empresario solidario”-tan imaginativa como aquel inefable “experto en mercados regulados”, con que Antoni Brufau distinguiera a Enrique Eskenazi, para fundamentar su elección como socio local de Repsol.
El llamado eufemísticamente “redireccionamiento de subsidios” (Aimé dixit) asume como dada, una tarifa total (importe que efectivamente abona el usuario + subsidio), que es producto de decisiones unilaterales y poco transparentes que ha ido disponiendo en forma discrecional el Poder Ejecutivo a partir del congelamiento tarifario dispuesto en 2002. Es natural que los usuarios se hayan desentendido de esos sucesivos ajustes tarifarios, ya que no impactaban en su bolsillo. De tal manera, esta movida vendría a representar el blanqueo diferido de un tarifazo encubierto, que sigilosamente y a oscuras convinieron el gobierno y los “empresarios solidarios”,al amparo de encriptados procedimientos, que en muchos casos escapan -como los Fondos Fiduciarios- al sistema de control de las cuentas públicas.
Si bien el deliberadamente complejo sistema vigente no facilita su cotejo con el que resultaría de un esquema regulatorio alternativo, un documentado paper de Santiago Urbiztondo, economista de reconocido expertiseen regulación de servicios públicos, que titula “Tarifas y Subsidios: diez años después, lo barato sale caro”, permite afirmar que el valor medio de la sumatoria de lo que hoy aportan usuarios y contribuyentes, resulta superior en moneda constante a la tarifa que abonaban por el servicio en 2001, en un rango promedio que va desde el doble, en el caso del agua, hasta el triple, en el caso del servicio eléctrico.

EL RETORNO AL PREMENEMISMO

EL RETORNO AL PREMENEMISMO

No obstante conformar las reglas básicas de la economía un sistema a prueba de tontos, nunca falta el o la imbécil que se supone por encima de ellas y se lanza a contradecirlas con el entusiasmo propio de quienes entienden el tiempo dedicado al estudio y la investigación del fenómeno económico como un lamentable e innecesario desperdicio, algo que como es obvio constituye un problema mayúsculo cuando el Estado está conducido por esas molleras de arcilla, y mucho más cuando ellas se autoconvencen -cual modernas réplicas del rey Alfonso el Sabio- que si Dios las hubiera consultado oportunamente las cosas hubieran andado mucho mejor en el país, o que va, en el mundo.
Por cierto todavía hay en la Argentina pelmazos varios empeñados en demostrar que el paso del tiempo ha dejado en la obsolescencia la alegoría pedagógica del brillante economista francés Federico Bastiat que hace 161 años pintaba en su obra “Armonías económicas” a Jerjes el Grande como un vívido ejemplo de ciertos delirios que acometen a gobernantes de mala bebida. “No sabemos de nadie más que como Jerjes estuviera tan embriagado con su poder -escribió- como para decir a las olas del mar “Hasta aquí habéis venido, pero no más allá”. Las olas, sin embargo, no se retiraron de Jerjes, pero sí Jerjes de las olas, y, si no fuera por esta sabia aunque humillante precaución hubiera sido ahogado”. Obvio, eso porque no llegó a conocer este país. Aquí se ahogaron varios -metafóricamente hablando- pero aún hay quien sigue intentando obtener resultados diferentes empleando los mismos métodos, algo que una palabra autorizada como la de Einstein calificó de auténtica locura.
Claro que para quien confunde el símbolo químico del oxígeno con un cero siendo presidente o quien confunde dólares con pesos siendo ministro de economía, todas estas fruslerías son simples elucubraciones de especuladores que quieren quedarse con “la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos” según la elevada construcción lingüística e intelectual que gusta utilizar la viuda de Kirchner para apostrofar empresarios que se aplauden encima. Tampoco importa mucho que en varios frentes se haya vuelto a la época pre-Menem de los cuantiosos déficits en las empresas del Estado que justificaron su remate para demostrar una vez más que como dijeron Gardel y Le Pera “veinte años no es nada”.
Lo importante para esta parodia de gobierno es la tan hipócrita como ridícula renuncia de ricos y famosos (funcionarios y artistas) a los subsidios energéticos que en un refritado del “fondo patriótico” de Galtieri se hubiera llevado el primer premio en un festival de tonterías pero que sirve para seguir ocultando a los giles que votaron este “modelo” (incluida la “oposición”) los portentosos e impunes negociados escondidos detrás de la compra de gas y derivados del petróleo adquiridos para abastecer el consumo a resultas de los cuales al menos un 30 del 54% que votó sin importarle la corrupción pasará a transferir en directo gran parte de su ingreso personal a afortunados bolsillos de empresarios amigos y miembros del funcionariato pagando así en diferido el costo de su comodidad y de su insensato desprecio por la salud de las instituciones de la República puesto de manifiesto al emitir el sufragio.
Al paranoico enfoque oficial acerca del modo de enfrentar los estropicios económicos causados durante años por los rudimentarios conocimientos en la materia de Néstor Kirchner -rumbo a hoy a convertirse en un santo laico- se suma la insólita actitud de prestigiosos periodistas de medios supuestamente “opositores” que al igual que hicieron años ha con Néstor Kirchner celebran en sus artículos la supuesta habilidad de la viuda para “construir poder”, “manejar la agenda pública”, “ganar el centro de ring”, “enfrentar la situación” y otros remanidos lugares comunes utilizados solapadamente para disimular ponderaciones que tienen un inocultable tufillo a “reacomodamiento posicional”.
Estos requiebros mediáticos de grandes plumas, que maquiavélicamente pensando pueden estar quizás destinadas a allanarle a la viuda el camino hacia el abismo acelerando su natural propensión a las chapucerías, son sin embargo fuente de confusión para la opinión pública en tanto implican poner dudosas virtudes personales por sobre valores que son esenciales al funcionamiento social y que han sido pisoteados una y otra vez sin escrúpulos por la señora de Kirchner y su cohorte de paniaguados, cohorte que, dicho sea de paso, ha dejado en claro en esta oportunidad como pocas veces antes su condición reptante.
La misión del periodismo de opinión se torna así sospechada de acomodatitis con una imagen nebulosa y desvirtuada que contribuye muy poco cuando no frena la maduración cívica de la ciudadanía tan necesaria para lograr que alguna vez en este dichoso país la sociedad lleve al poder en defensa propia funcionarios y legisladores que superen la mediocridad dirigencial que ha caracterizado los últimos veinticinco años de democracia.

LA DRAMATURGA DE LA ESTAFA MORAL

LA DRAMATURGA DE LA ESTAFA MORAL

Cuando “él”… se fue a otro lado…
quedé sola… con mi drama…
pero allí, creció mi fama…
y mejoré… el desenfado
y… cuando hablaba de Estado…
en este pueblo de tiernos…
me creyó cualquier tarado…
que el Estado… era el Gobierno

El código moral de la reina… da náuseas.
Su visión oblicua de las obligaciones que tiene asumidas por la Constitución Nacional, da pauta muy clara de una hipocresía ética inadmisible.
Quien esto escribe, quisiera pensar que esta mujer es víctima de una confusión o de un desorden de valores… quizás como producto de algún golpe traumático… profundamente espiritual o afectivo.
Pero no.
Los síntomas y los signos de su conducta y de sus prácticas morales públicas, ofrecen la evidencia seria de que se trata de su propia determinación… lamentablemente deshonesta.
Ella y su marido difunto, con premeditación casi científica y con fines perfectamente prefigurados, fueron los que diseñaron, articularon… compusieron y decidieron el formato de esta catalepsia de las tarifas a través de la gran farsa de los subsidios que no fueron otra cosa que un saqueo programado al pueblo, para financiar dos campañas políticas completas.
En efecto: los subsidios, les permitieron mostrar una inmovilidad absolutamente falsa y artificiosa… de una parte importante de los costos operativos en el “gasto fijo” que cualquier ciudadano debe enfrentar en su vida diaria: las tarifas.
Y esta mujer… contaba para eso, con cuatro formidables mentiras montadas por su ingenio falsificador… en los últimos cuatro años.
- Mentía los índices de cualquier actividad macroeconómica
- Mentía diciendo que era la casa rosada la que pagaba los subsidios, cuando en realidad era el propio pueblo -con sus impuestos- el que sostenía tamaña artificialidad.
- Con el sello rojo cruzado en las boletas, armó un sofisma de cultura elemental (sabía perfectamente que más del 70% de los súbditos de esta comarca no tenía -ni tiene hoy- la menor idea de la diferencia conceptual en entre Estado y Gobierno. Peor que eso, sabía que toda la gente creía… de buena fe… que “el Estado” era “el Gobierno”).
Y este sofisma sencillo… fue la base de la estafa popular mejor armada de la historia.
- Mentía… respecto a presentarnos a todos el “statu quo”de tarifas como un logro permanente… que jamás habría de cambiar (y por eso lo dejó irresponsablemente inmóvil, hasta que pasara el 23 de octubre).
Mentía en forma enciclopédica sobre que ignoraba las consecuencias catastróficas de esa infame maniobra de tramoya a la sociedad.
Pero… mucho peor que todo esto:
En ningún discurso posterior al 23 de octubre… esta actriz dramática de la ordinariez… aceptó -al menos- haberse equivocado con esta verdadera fábula barrida bajo la alfombra en esa, su obra maestra de todas las mágicas postergaciones, improvisaciones y simulaciones de la historia nacional.
Como discípula impresentable del gran Eurípides, en la dramaturgia de su vida y en su pasión casi morbosa por la tragedia griega… no ha tenido el menor recato en refregarle a la sociedad entera… una especie de “vía crucis” de su viudez, como episodio aislado y único que… no afecta a la vida de otros seres humanos… del cual ha sido, ella sola, una dolorosa víctima.
Sus pobres hijitos… quedaron huérfanos, trágica y dolorosamente, en su ya avanzada adolescencia… tal como les puede haber ocurrido a muchísimos ciudadanos de esta comarca… pero con la diferencia de que… pese a disponer de una impresionante cuenta bancaria digna de FORBES… a ellos les afectó mucho más que a cualquier otro súbdito de la tierra (una injusticia terrible).
Como es fácil ver, el código axiológico de esta dama… sin dudas, ha emergido de alguna alcantarilla.
Como magistralmente señala Jorge Lanata… esta monarca lo nombra a su difunto esposo… en forma absolutamente delirante… como “ÉL”.
Pero ésa… es sólo una muy pequeña parte de su moral de baldío… copiándole, sin el menor estilo… la comedia dramática al noruego Henrik Ibsen. Y en verdad… termina siendo en ese camino… casi una primera actriz de la obra “Los pilares de la sociedad”… la revelación más cruda de la hipocresía humana después de Moliere.
Para quien esto escribe… es fácil pronosticar algo hoy:
La mentira extravagante de este enorme circo de renuncias aparatosas a los subsidios… es algo que termina mal.
Y termina pésimo… por cuanto esta mujer… si alguna vez tuvo tránsito académico terciario… lo cual parece muy dudoso… se copió o se macheteó la materia deontología… de algún manual de las cloacas.
Veamos lo primero que se nos viene después de esta falsedad… en donde los funcionarios de la corona… es como si renunciaran a la careta, que fue, justamente, el instrumento que les permitió postularse disfrazados en las elecciones para engañar a todos.
Pues así fue… exactamente:
Con la careta de los subsidios, robaron gran número de votos.
Y ahora vienen… se quitan el disfraz… y nos dicen lo más campantes… “renunciamos a la careta que nos permitió prometerles esta farsa”.
Y mucha atención con esto:
Lo que se viene… en pocas semanas… es esta gran salvajada:
Cada uno de los imbéciles ciudadanos engañados de esta comarca de zombies… ha de recibir un papel… con un gran sello oficial (para poder amedrentarlo un poco más) y con un plazo perentorio estampado allí, en el que…en lugar de verse un sello rojo cruzado en el papel, con falsas prerrogativas…habrá una especie de intimación para que cada uno haga -compulsivamente- algo novedoso y conmovedor:
UNA DECLARACIÓN JURADA DE POBREZA
Como en esta “papeleta”… muy poca gente va a poder justificarse del modo que exige la corona… pues, acto seguido, remitirá la respuesta.
Y como el formulario no le permitirá en absoluto perfilar para “pobre”… entonces… en forma inmediata y oficial quedará ingresado en el “index expurgatorium” y será considerado como “no pobre”… por lo tanto… será pasible de recibir el aumento pleno del tarifazo más grande de la comarca, desde la capitulación de Beresford.
Es decir: Haya renunciado o no… haya hecho aspaviento o no…
…se haya querido arrodillar o no, cualquier imbécil de esta comarca… considérese automáticamente fusilado por un formidable tarifazo que no tiene precedentes.
Y el último acto de la comedia dramática de Ibsen… en su obra genial “Al despertar de nuestra muerte”… consistirá en lo siguiente:
Todas las empresas, todos los bienes y todos los servicios… recibirán el impacto directo de este tarifazo. Y lo trasladarán derecho a precios.
Los precios, pues, serán el triple o el cuádruple.
En lugar de una pistola en la cabeza… al que quiera comprar un dólar… se le pondrá una recortada en los huevos.
Y la inflación de los años 2012, 2013 y 2014 ya se halla redactada en un decreto de necesidad y urgencia de esta actriz de segunda de la comedia dramática: será del 5% anual.
Como en esto, ella no tiene límites, en su gran obra del 54%, hay un capítulo escrito que acaso podrá justificarlo con idéntico desenfado:
El acercamiento veloz a la ruina moral de la sociedad argentina

lunes, 28 de noviembre de 2011

ANSES y Banco Central aportan 8% de los ingresos públicos

ANSES y Banco Central aportan 8% de los ingresos públicos

La eliminación de los subsidios a empresas públicas y privadas es tan necesaria como urgente. Desde el año 2009 el sector público nacional está en déficit, aun cuando se apeló a una batería de confiscaciones como la negación de la movilidad previsional, la vuelta al reparto, la estatización de los ahorros previsionales y la elevación de las rentas del Banco Central con alta inflación. En este marco, pedir a la población de mayores ingresos que renuncie voluntariamente a los subsidios desnuda una debilidad extrema en la gestión pública. En los países bien organizados, el Estado estipula tarifas de servicios públicos consistentes con sus costos y los hogares pobres son subsidiados a través de tarifas sociales.
El Gobierno nacional volvió a explicitar su intención de reducir los subsidios a empresas públicas y privadas. A diferencia de los anuncios anteriores -en los que se estipuló la eliminación coercitiva de los subsidios para determinados usuarios- en esta oportunidad se apeló a un mecanismo voluntario cuya eficacia depende de la “responsabilidad solidaria” de la población. En concreto, se abrió un registro para que la gente renuncie a los subsidios. Para promocionar el registro se dio difusión a la renuncia de la Presidenta, funcionarios y personas de reconocimiento público, y es probable que a futuro se acompañe con diferentes modalidades de “escraches” a quienes no renuncien.
Mientras tanto, según datos de la Secretaría de Hacienda, el sector público nacional pasó de un superávit fiscal equivalente al 1,7% del PBI entre los años 2004 y 2008, a un déficit promedio del -0,3% del PBI en el período 2009 a 2011. Esta degradación financiera se produjo aun cuando se elevó la presión tributaria a niveles récord y se apeló a instrumentos de alto contenido confiscatorio. Por ejemplo:
• Con la negación de la movilidad previsional a los haberes superiores al mínimo y la vuelta al sistema de reparto, el sector público nacional obtiene 0,6% del PBI.
• Con las rentas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, formado por los ahorros previsionales confiscados, el sector público nacional obtiene otro 0,6% del PBI.
• Con la rentabilidad de las reservas del Banco Central, que son elevadas gracias a la alta inflación, el sector público nacional obtiene otro 1,2% del PBI.
Los datos oficiales muestran que con estas confiscaciones entre la ANSES y el Banco Central financian al sector público con 2,4% del PBI lo que representa un promedio del 8% de los ingresos públicos, y aun así la situación fiscal sigue siendo deficitaria. Esto pone al descubierto una gestión pública poco responsable donde posiblemente el factor más perverso son los subsidios.
Por eso, desactivar los subsidios es tan urgente como necesario. Pero, al igual que en las políticas anteriores, la eliminación de los subsidios impone apropiaciones. La gran diferencia en esta ocasión es que la apropiación se hace explícita a través de un ajuste de tarifas que repercute de manera directa en las familias. Seguramente por eso se gestó la idea de apelar a la voluntariedad, de manera que no sea el gobierno sino la gente la que se auto-infrinja el ajuste en sus facturas de electricidad, gas y agua.
Se trata de otra manifestación de improvisación y falta de profesionalismo. Sin responsabilidad política para sincerar los costos de los servicios públicos, ni la idoneidad técnica para implementar tarifas sociales, se apela al voluntarismo mediático. En la misma lógica se podría establecer que para resolver los déficits de Aerolíneas Argentinas se fije una tarifa cara y otra barata en los pasajes y con publicidad inducir a los pasajeros a que, en un acto de alta responsabilidad cívica, elijan la más cara. O colocar un registro público para que la gente de altos ingresos que accedió a una jubilación con las moratorias sin haber hecho aportes, recapacite y renuncie a la prestación.
Es responsabilidad del Estado velar para que las empresas públicas y privadas de servicios públicos otorguen la mejor calidad del servicio al menor costo posible, y que la población pague por el costo del servicio. En paralelo, en base a cruces de bases de datos y trabajo de campo de asistentes sociales, identifique a las familias de menores recursos que necesitan un subsidio para atenuar el mayor costo.
El problema de fondo es que en la verborragia del populismo, el Estado ha ganado en tamaño pero perdido en calidad. Ejemplos contundentes son la destrucción de los entes de control de los servicios públicos y del INDEC. En la misma línea, luego de 10 años de haber dilapidado recursos fiscales subsidiando a la población de ingresos medios y altos, cuando decide cortar con el subsidio no es capaz ni siquiera de montar un mecanismo de tarifa social. El registro voluntario explicita la ausencia de un Estado capaz donde se llega al extremo de dejar la administración de los fondos públicos librada a la “ética” de la población.

La indefinición de Cristina

La indefinición de Cristina

Desde la tranquilidad que permite la obligada reclusión en un cuarto de enfermo y únicamente con la información reducida a simples datos pero suficientes para un análisis, vamos a destacar que una vez más Cristina se mueve entre extremos ideológicos y de personas que los representan. Todo esto contribuye a la confusión y las dudas, tal vez el signo más significativo del ánimo con que los argentinos se aprestan a celebrar la Navidad y el más que difícil Año Nuevo.
La mala relación surgida entre el trovador y quien se apresta a enfrentar el nuevo período presidencial es una situación apenas considerada frente a la dimensión de los problemas que han surgido y los nuevos que se avecinan. Una señal muy clara al respecto es la decisión que anticipamos días atrás, en el sentido de trasladar al conurbano porteño el 40 por ciento de los integrantes de esta Fuerza de Seguridad creada para custodiar nuestras fronteras; el caso es que la medida, reveladora de la preocupación de las autoridades por fututos desbordes sociales, trae aparejada otra grave circunstancia: los jóvenes integrantes de este contingente provienen de las zonas rurales, donde su formación está alejada de las lacras urbanas. Ahora, el fenómeno del contagio es todo un tema y posee un contenido multiplicador que extiende los problemas de todo tipo que con fuerza se han instalado en el escenario nacional.
La indefinición de Cristina se puede escribir en plural y precisarla con más fuerza: en realidad no sabe qué hacer, y esa ignorancia, tal como le gusta recalcarlo, sólo le pertenece a ella cuando dice “¡aquí manado yo!”
Para atacarlo a Hugo Moyano con su acertada negativa al proyecto de participación en las ganancias, que implicaría complicaciones imposibles de abordar, defendió a Recalde, a La Cámpora, el escándalo de Aerolíneas y los dos millones de dólares diarios que nos cuesta a los argentinos, además del papelón innecesario de explicar.
Con José Ignacio de Mendiguren todavía no se ha distanciado, pues posee buenas conexiones de gran poder, pero mientras promete medidas para el sector industrial y otras para el campo, ambas se demoran y ya con la cosecha en ciernes, todos se apuran a acopiar combustible y evaluar los humores de Moreno, que descubre conspiraciones cotidianas que Cristina le cree, en tanto no averigua quiénes son los que hacen negocios con los dólares negros o blancos. ¿Será por eso que desconfía de Francisco Larcher, subsecretario de la SIDE y en su momento hombre de confianza de Néstor Carlos?
Es difícil entender los mecanismos mentales de quien durante otros cuatro años tendrá en sus personalísimas manos el destino de los argentinos, pero sí podemos señalar que, frente a la emergencia que vive la ex República Argentina, nada se arregla con este estilo y mucho menos con la espera puesta en Máximo, quien estudia oratoria para saber algo más que jugar al truco en los bares de Río Gallegos para saltar desde allí a la Casa Rosada. Alguno deslizará una sonrisa, pero éste es el nivel que está en vigencia en la Argentina y al que es difícil acostumbrarse.

Moreno, Verbitsky y la AeroCámpora: el nuevo eje del poder

Moreno, Verbitsky y la AeroCámpora: el nuevo eje del poder

Ayer los principales medios de comunicación coincidieron en que Julio de Vido sería el probable jefe de gabinete que anunciaría la presidente al volver de Río Gallegos y que Florencio Randazzo permanecerá en el Ministerio del Interior, luego de que su nombre sonara para reemplazar a Aníbal Fernández. También se mencionó últimamente para Jefa de Gabinete a la Ministra de Seguridad Nilda Garré, la candidata de Horacio Verbitsky, con fuerte influencia sobre CFK. Ayer, en su columna en Página 12, Verbitsky explicó el plan del gobierno a partir del 10 de diciembre próximo y, por supuesto, su eje es la profundización del modelo.
Como señalamos días atrás, la presidente no reconoció la inflación, sino sólo que habría aumentos de precios si se devalúa. Ella subrayó este enfoque en su reciente discurso ante la UIA, en el que no apoyó el proyecto gremial de participar a los trabajadores en las ganancias de las empresas. Pero no negó que el gobierno pueda participar de las ganancias a través de la ANSES para redistribuir el ingreso. La idea sería que Hugo Moyano termine rindiéndose, renunciando a reclamar el aumento de la base del impuesto a las ganancias, además de someterse a una pauta salarial dictada por el gobierno. Ah, y debería también llamar a la presidente, que aclaró que no hay que mandar mensajes por los diarios.
En verdad, tal como funciona el sistema de poder, carece de mayor interés saber quién será jefe de gabinete, porque en la realidad efectiva, como decía el General, ese papel lo cumple acabadamente Guillermo Moreno, cada vez con más poder y preparado para ir por la cabeza de Jorge Brito, Carlos Pedro Blaquier y Paolo Rocca. Estos dos últimos están acusados por el grave delito de comprar dólares, penado por el código penal de Moreno. La verdad es que, mientras Moreno presiona a los empresarios nombrados, CFK habría buscado en los últimos días el diálogo con Rocca.
La nueva entente
Ayer, Jorge Lanata, en una genialidad que lo caracteriza, bautizó como la AeroCámpora a la agrupación de amigos de Máximo Kirchner quien, aunque Moyano le diga ‘Mínimo’, toma cuatro horas diarias de clase de oratoria, preparándose para lo que le diga su madre. La AeroCámpora fue respaldada fuertemente por la presidente en el acto en el hangar de Aerolíneas Argentinas. Allí fustigó duramente a Roberto Cirielli y Jorge Pérez Tamayo y les dio un fuerte apoyo a Mariano Recalde y Eduardo Wado de Pedro, que ganan más de un millón de pesos anuales. Desde ya que esto no parece molestar en lo más mínimo a CFK, que sí se irrita con los sueldos de los técnicos y pilotos de la aerolínea. La AeroCámpora coincide plenamente con los tres postulados que definió Verbitsky para el segundo mandato de Cristina y cuyo mejor exponente hoy es Moreno, con sus métodos de apriete de todo tipo. En conclusión, Moreno, Verbitsky y la AeroCámpora están inmejorablemente colocados para gerenciar el segundo gobierno de Cristina mediante más medidas confiscatorias destinadas a seguir financiando ese ogro filantrópico que es el cristinismo. En otras palabras, que los sectores claves del poder no toman en serio la crisis financiera mundial que tiende a agravarse. La razón es que, para estos sectores, el modelo está blindado.

¡QUÉ ALIVIO! NO FUE EL ESPÍRITU SANTO

¡QUÉ ALIVIO! NO FUE EL ESPÍRITU SANTO

“Soy lo más grande que hay,
Ni de sabios ni de viejos acepto consejos,
Mi único rival es el espejo”.
“Me amo”, El cuarteto de Nos

Jueves 24/11/11, la presidente Cristina Fernández, reinaugurando un hangar remozado, después de haber sido usado por varias empresas con anterioridad, dijo: “Este señor que está ahí sentado, se llama Mariano Recalde y no lo nombró el Espíritu Santo, lo nombró esta presidenta”.
¡Qué alivio para creyentes y no creyentes! Para los primeros por una cuestión de fe en la sabiduría, que es lo que representa dentro de la Trinidad cristiana el Espíritu Santo; y para los no creyentes, porque ha de ser embromado pensar que se está en manos de espíritus y no de gobernantes.
¡Qué alivio! Ahora ya no hay posibilidad de equivocarse, la presidente es responsable de todos y cada uno de los nombramientos, atinados o no, que acaecen en Argentina. Guillermo Moreno es responsabilidad de Cristina. El mentiroso y delirante comportamiento del INDEC, es responsabilidad de Cristina.
La inflación real, la que se siente día a día en los bolsillos, es responsabilidad de Cristina. La inseguridad, “esa sensación” que ahora ha puesto de moda el asesinato de niños (Candela, Tomás, Gastón…), es responsabilidad de Cristina.
A la presidente, que es madre, le han de doler mucho estas muertes, pero su política permisiva y seudo garantista, basada en las teorías de Zaffaroni, posibilitan que la delincuencia de todo tipo se incremente. Como es también su responsabilidad, el aumento de la droga en el país.
Si la gendarmería está disponible para custodiar edificios, barrios o lo que se le ocurra a la ministra Garré, nombrada por Cristina, en vez de custodiar nuestras fronteras, en particular con Bolivia y Paraguay, Argentina se está convirtiendo en el paraíso de los cárteles narcos, muchos de los cuales ya se han establecido en el país. Generosa con los hermanos latinoamericanos, las políticas de Cristina han permitido que narcos mejicanos y colombianos, avancen dentro del territorio nacional.
Nada de esto es a propósito, pero es. La inseguridad y la droga no son políticas buscadas por la presidente, pero sus políticas las hacen posibles. En el resto, su responsabilidad es directa, programada y desgraciadamente, exitosa.
Es responsabilidad de Cristina la resolución 125 y el escándalo gratuito de Papel Prensa por una inexplicable pelea con el grupo Clarín (desde el 2003 hasta el 2007 fueron ¡tan amigos! Sin el entusiasta apoyo del grupo, Kirchner no hubiera sido Kirchner). Hay que sumar el ensañamiento con 2 jóvenes, que al dolor de ser huérfanos de padres biológicos, se les adicionó una persecución humillante, por ser hijos adoptivos de Ernestina de Noble.
Es responsabilidad de Cristina que el país tenga un canciller que se luce haciendo papelones internacionales, en Ezeiza, ante las cámaras, alicate en mano, abriendo personalmente el candado de una valija del gobierno de los EEUU, cuando ese vuelo, los pasajeros y las pertenencias, habían sido permitidas por ese mismo canciller cuando era embajador ante EEUU.
Alguna vez, entonces quizás sí con la ayuda del Espíritu Santo, Argentina tuvo cancilleres como Luis María Drago (1903, 2° presidencia de Roca), cuya doctrina sobre el cobro de deudas a los países deudores, por parte de los acreedores, no podían recuperarse usando la fuerza; o Carlos Saavedra Lamas, premio Nobel de la Paz (1936, guerra del Chaco, presidencia del Gral. Justo). A Héctor Timerman, lo nombró Cristina.
Es responsabilidad de Cristina el mal manejo de Marcó del Pont en el Banco Central; las pérdidas de Aerolíneas Argentinas; el descontrol en el manejo de los millonarios fondos entregados a la Fundación Madres de Plaza de Mayo, mientras que por inventar controles excesivos en la compra venta de dólares, generó de la nada un mercado negro, que ahora se llama azul.
Es responsabilidad de Cristina el haber apoyado en demasía, no es su justa y necesaria medida a los sindicalistas, tanto a Moyano, como a Cirielli y a López Tamayo, y ahora es responsabilidad de Cristina tratar de frenarlos sin que se desmadren. ¿Podrá? Es responsabilidad de Cristina el no poder circular por culpa de las diarias protestas callejeras, que fueron permitidas bajo la consigna de “no hay que judicializar la protesta”, y ahora es su responsabilidad liberar calles y rutas. Quiere, ¿podrá?
Sin que nadie lo pidiera, ni los que lo necesitan, ni los que no lo necesitan, se subsidió urbi et orbe. Injusto festival de subsidios populistas, cuando las cajas estaban repletas. Ya no lo están. El mundo es otro, Argentina también. Es responsabilidad de Cristina des subsidiar (perdón por el neologismo). Es bueno, debe ser así, siempre teniendo en cuenta a los que deben ser subsidiados. ¿Tiene idea de cómo se va a implementar la medida, o como todo lo demás, será a prueba y error? Es su responsabilidad.
Todavía no reasumió, faltan 13 días, y no tiene a quien echarle la culpa de “la pesada herencia recibida”. Fue ella, es ella, será ella. Más allá de conjugar el verbo ser, todo gira alrededor de Cristina. Desde 1983, vuelta la democracia, nadie tuvo tanto poder en sus manos como Cristina. Ni siquiera Kirchner. Todos los excesos son malos, aunque estén avalados “por el voto popular”.
Esta presidente no va a tener un congreso que pueda ponerle límites. La oposición es una atomizada entelequia. Y el poder judicial en su mayoría, está al servicio del ejecutivo. De la república queda sólo el nombre. Cristina depende de Cristina. El autocontrol es el más difícil de los controles, sobre todo cuando se está rodeado de obsecuentes.
Cristina tiene la posibilidad de hacer una buena presidencia y entrar en la historia con este segundo mandato. Pero después de la aclaración de que todo depende de ella, hecha por ella, dejando de lado al Espíritu Santo, para que no queden dudas sobre su omnipotencia, crece el temor de que va a dejar pasar la oportunidad de ser una gran presidente. Una pena que sufrirán 40 millones de argentinos.

NOS ESTÁN TOMANDO EL PELO

NOS ESTÁN TOMANDO EL PELO

La Señora Presidente, a quien aprecio quizás por haber estudiado en la misma Universidad y en la misma época, habló de “inflación y crecimiento económico” ante una asamblea política sin mencionar que con una inflación reprimida del 25/30% anual, puesto que ciertos insumos básicos están congelados desde el 2001 (gas, agua, luz) y el tipo de cambio administrado es difícil determinar el verdadero valor de las mercancías y servicios para calcular el crecimiento económico, ya que la inflación distorsiona el sistema de precios al no equilibrar la oferta y la demanda, no mide la escasez de los bienes ni promueve que la oferta se adapte a la demanda. Todo esto se basa en la primera condición del funcionamiento del mecanismo de mercado: la estabilidad de la moneda, que actúa no sólo como medio de intercambio sino como medida de valor de ese intercambio. De eso no dijo nada.
En segundo lugar, el Ministro de Economía expresó ante el periodismo que no existe dificultad alguna en la compra de dólares siempre que se demuestre que se tiene capacidad contributiva. Quiero aclararle al Señor ME que capacidad contributiva es una regla de la teoría de la tributación y de las finanzas públicas, que Adam Smith la expresó en el Libro Quinto. Parte II De los Impuestos, diciendo “las personas deben contribuir en proporción a sus respectivas capacidades, esto es en proporción al ingreso de que gozan bajo protección de la ley”, para lo cual se utilizan índices concretos para medir el ingreso, el consumo o el patrimonio. Esto no tiene nada que ver con la prohibición informática que estableció la AFIP. La misma AFIP recauda anualmente mi contribución proveniente del Impuesto a los Bienes personales que mide mi grado de solvencia económica. Evidentemente debió dar otro nombre menos académico a este acto policial, que atenta contra los principios de nuestro Preámbulo y los contenidos de nuestra Constitución de 1853. Lamentable.
En tercer lugar, el Ministro de Planificación Federal expresó en reiteradas oportunidades que las tarifas no aumentarán. Sin embargo, tomando la última factura, eliminando la leyenda “Consumo con Subsidio del Estado Nacional” mi factura se incrementa en 4,13 veces. Es decir, lo que pago 100 pesos debo pagar 413 pesos. Lo mismo ocurrirá con gas y agua. Pero existe un agravante más por tres conceptos: 1. el Gobierno está modificando el Cargo fijo y el Cargo variable, lo cual los ingresos al fisco serán mayores ya que tendría menos gastos (vía subsidios). 2. ingresos mayores (vía incremento fiscal: IVA, S/Santa Cruz y Cont. Municipal) y 3. ingresos hacia las empresas de los servicios públicos vía incremento de tarifas. Si esto no es un aumento de tarifas yo soy Mandrake.
En cuarto lugar, como no se quiere sincerar el desatino cometido en la gestión, se ha establecido la renuncia voluntario por parte del usuario y se enviará junto con la factura de enero una declaración jurada para que el usuario responda si se acoge o no al subsidio. ¿Algún funcionario sensato ha tomado conciencia del gasto en papel, luz, limpieza, impresión, horas de personal que esa tarea demandará? ¿El tiempo de consultas, pérdida de tiempo de los usuarios y discusiones que se generarán? ¿La burocracia y la corrupción que da origen a este absurdo procedimiento? ¿Cuánto personal de la AFIP, de la ANSeS y Asistentes Sociales que dejarán de cumplir sus tareas habituales? ¿Existen suficientes asistentes sociales para examinar 4.000.000 de hogares? Hasta ahora han renunciado al subsidio unas 7000 personas. ¿Cuando la asistente social caiga al domicilio del usuario, ya sea por simpatía, invitación a tomar un café, por “gentileza” al usuario no podrán surgir pequeñas “coimas o arreglos”? Sinceramente un despropósito.
Por su parte el Presidente de AA manifestó que la empresa será rentable. A la semana la Presidente suspendió los vuelos, el Ministro de Planificación Federal y el ME anunciaron ajustes, supresión de vuelos no rentables, problemas gremiales y un gran desorden administrativo y directivo. Al mismo tiempo, la empresa chilena LAN sigue dando superávits y expansión local e internacional. Aquí desearía aclarar algo con respecto a la rentabilidad de AA. AA nunca fue rentable ni en las mejores épocas. Cuando presentaba sus Presupuestos, lo único que figuraba eran los ingresos y gastos corrientes, ya que las inversiones las financiaba el tesoro nacional.
A todo esto, aprovechando la volada, el Jefe de Gobierno de la Ciudad propuso y fue aceptado por la Legislatura Porteña un incremento del 60 al 300% del AByL de las propiedades, sin analizar si la estructura impositivas o tributaria de la Capital es eficiente y justa. En realidad es un mamarracho fiscal. Macri quiere un boleto de $3,30 (hoy pago $1,10). Los dueños de las empresas de colectivos que han recibido jugosos subsidios piden $ 4,40 (hoy $1,10). Nadie analiza si las propuestas, si los presupuestos públicos nacionales, provinciales y municipales responden a las pautas mínimas de la ciencia presupuestaria. Todo es confuso, ineficiente, despilfarrador de gastos y recursos, sin criterio económico alguno ni que hablar de un simple equilibrio como sucede en cualquier familia. Pura chapucería
Cualquier persona medianamente sensata y con un mínimo de conocimiento sabe que estos incrementos se trasladarán automáticamente a todos los mercados, a todos los precios de las mercancías y servicios: el productor no estimará sus costos en base a un dólar de 4,26 $/D sino 6 pesos o más. Los espectáculos públicos, los locales, los shoppings, los maxikioskos, las expensas de los edificios de cada propietario y las partes comunes del edificio, los restaurantes, la medicina prepaga, los seguros, los colegios privados, los útiles y elementos de estudios. Todos lamentablemente deberán incrementar sus precios. La inflación, no la del Indec, se va por lo menos a 40% o más aún, sino no se toman serias medidas económicas, por supuesto no policiales. No estamos lejos del camino hacia la hiperinflación. No dejaremos de mencionar que en ciertos países la inflación es considerada un crimen y se condena criminalmente a sus propulsores.
Con la mayor objetividad, producto de la experiencia recogida a través de los diversos Gobiernos que han gobernado nuestro país desde el año 1945 al presente y por la formación profesional adquirida en el sector público nacional, me permito sugerir algunas alternativas que se podrían presentar en un futuro más o menos próximo, si es que no se toman medidas urgentemente. Los ejemplos de Grecia, Italia y España son más que evidentes No me guía otro ánimo que la colaboración, pues como decía el General ya estoy amortizado pero no muerto.
1. Recesión: Gran parte del Mundo actual está sufriendo un proceso recesivo provocado por países que han seguido con sus más y sus menos la política económica argentina (gastar más de lo que ingresa) como Estados Unidos, Grecia, España, Irlanda, Francia, Portugal frente a otros países sin mayores problemas como Alemania, China, Chile, Uruguay, Perú, Brasil, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, que respetan las “leyes” económicas, llamadas entre nosotros ortodoxia económica. En varias oportunidades la escuche a la Señora Presidente decir que le gustaba el “modelo alemán”, sería interesante y oportuno que invite a un grupo de profesores de ese país para que le expliquen cuáles deben ser las características de un Estado para que funcione la economía social de mercado. Asimismo países como Chile y Brasil en forma regular invita a economistas alemanes a dictar cursos en universidades nacionales y privadas desde hace muchos años y los gobiernos posteriores -e incluso- a Pinochet adoptaron ese modelo económico y social. Finalmente, last but not least, a la muerte de Mao, la nueva dirigencia china a cargo de Deng Xiaoping invitó a tres economistas de fama mundial a los efectos de escuchar sus puntos de vista sobre cómo debería funcionar un sistema económico y social. Los economistas elegidos fueron dos alemanes y un americano. El americano se llamaba Milton Friedman y dos profesores de la Universidad de Hamburgo, que no recuerdo en este momento. En economía no hay milagros sino principios racionales.
En este contexto internacional, es de esperar una baja en el precio internacional de los commodities argentinos, menores niveles de exportación y menores aportes al fisco nacional. El mayor problema que se presenta radica en el sostenimiento de la vigente teoría argentina de “Redistribución Inversa del Ingreso”. Es decir, en vez que el Estado transfiera recursos a la población más pobre e indigente, en este caso es lo contrario, la Clase Media, los pobres y los indigentes redistribuyen sus ingresos ganados con sacrificio al mantenimiento de un Estado (Nacional, Municipal y Municipal) despilfarrador, ineficiente y corrupto. ¡Qué absurdo!
2. Hiperinflación:El Gobierno pretende que el sindicalismo fije un tope de 18% en sus exigencias salariales (Próximas paritarias). Los sindicatos generalmente exigen valores muy superiores cumpliendo la tesis de Moyano que su índice de actualización de los salarios es el changuito del supermercado. Además, el panorama que hemos explicado “up supra” no es otra cosa que reducir la capacidad de compra de la clase media, de la clase pobre y de los obreros lo que se traducirá en conflictos sociales en la medida que el poder sindical utilice su poder como lo viene haciendo desde el 45 a la fecha, pidiendo incrementos muy superiores que llevan a la hiperinflación. Hechos históricos no faltan (Ubaldini, Lorenzo Miguel, Rucci, Casildo Herreras, Moyano).
Para no pecar de pesimista, sino ser economista de profesión, profesor de finanzas públicas y ex funcionario nacional en temas presupuestarios, se podrían mitigar los efectos Recesión-Hiperinflación en la medida que se ejecute una Política Económica racional, para lo cual se requiere expertos de muchísimo prestigio profesional, especialmente en temas de política económica y social. Solamente propongo algunas medidas de pronta implementación dado el apoyo electoral y parlamentario con que se cuenta.
Existencia de un metro monetario a semejanza del sistema métrico decimal: MONEDA SANA, para lo cual se requiere la designación de autoridades del BCRA que tengan experiencia en política monetaria, financiera y cambiaria a nivel internacional. Se imagina Ud., estimado lector, pidiéndole a su arquitecto que haga los planos y ejecute la obra de su casa con un metro que hoy mide 90 cm, mañana 120 cm y más tarde 300 cm. Demencial.
2. Establecer una Oficina Federal de Estadística con personal idóneo para que elabore información estadística confiable a disposición del sector público y privado para la toma de decisiones. NO FANTASÍAS.
Terminar con todos los entuertos judiciales existentes en el Banco Mundial, arreglar con el Club de París y con los holders de bonos que no quisieron entrar en el canje unilateral y establecer relaciones normales con el auditor externo internacional (FMI).
Eliminar todas las prebendas que goza el personal en los distintos Ministerios y Reparticiones del PE, PL, PJ… El Parlamento Nacional debe discutir y aprobar leyes actualizadas semejantes a las leyes 23.696 y 23.697, de Reforma del Estado y de Emergencia Económica, a los efectos de fijar las condiciones para que el Estado (Nación, Provincias y Municipios) funcione eficiente y equitativamente en un mundo globalizado.
En un discurso ante la Asamblea Legislativa, la Presidente de la Nación que cuenta con poder político más que suficiente debería dirigirse a los 40 millones de argentinos, repitiendo aquella famosa frase del triunfador de la Segunda Guerra Mundial, Sir Winston Churchill cuando se dirigió a su pueblo: No tengo nada más que ofrecerles “sangre, sudor y lágrimas”
Julio César, al cruzar el Río Rubicón expresó “Alea jacta est” (la suerte está echada), según el historiador Suetonio.

LA NUEVA HISTORIA OFICIAL

LA NUEVA HISTORIA OFICIAL


El Gobierno Nacional acaba de crear por decreto el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano, Manuel Dorrego.
Entre los considerandos de su fundación se destaca la necesidad de profundizar el conocimiento de la vida y obra de los mayores exponentes del ideario nacional y popular, federalista e iberoamericano, justificando la elección del nombre por haber sido Dorrego “un prócer caracterizado por su patriotismo, coraje, clarividencia que lo llevaron a destacarse como pocos en las luchas de nuestra independencia. Abogó por la organización federal de nuestra patria y representó los intereses de los sectores populares como quedó demostrado durante su corta gestión como Gobernador de Buenos Aires. Su trágico final y las sangrientas consecuencias posteriores, son un llamado a desterrar la intolerancia y la violencia de las prácticas políticas”.
En dicho acto se nombró a Cristina Fernández de Kirchner, Presidenta Honoraria del Instituto otorgándosele el Premio José María Rosa, galardón que el organismo entregará en lo sucesivo a los distintos historiadores que acrediten pureza ideológica y de sangre. Así mismo se instituyó el premio Jorge Abelardo Ramos bajo los mismos parámetros de evaluación. ¿Qué diría el “Colorado” de un premio que lleva su nombre instituido por un organismo del Estado, que naturalmente promueve una visión única del pasado?
Este acto fundacional recuerda a otro, ocurrido hace setenta y tres años. Precisamente, enero de 1938, cuando un decreto del Presidente Justo creó la Academia Nacional de la Historia para construir desde el Estado una “historia oficial” a gusto del poder de turno. En esa oportunidad se nombró Presidente honorario al General “liberal”, amigo de Ricardo Levene, presidente real de la Academia.
Es de destacar que Levene le ofreció por esos años, 1935, al Mayor Juan Domingo Perón la realización de un trabajo histórico sobre el General San Martín y la Guerra de la Independencia que este no pudo realizar por falta de tiempo.
Setenta y tres años han pasado y más de los mismo, dos impulsos totalitarios de construcción de un pasado unívoco. Levene y O’Donnell cara y seca de una similar intencionalidad. La restauración de la Historia Oficial.
EL INSTITUTO
Sin duda es meritoria la declaración de principios del Instituto, cuando señala al martirologio del caudillo porteño como una ofrenda para“desterrar la intolerancia y la violencia de las prácticas políticas” feliz declaración que debiera orientar las futuras investigaciones del Instituto, en el caso de abocarse, cosa que dudo, a la violencia criminal que en la década del 60 y el 70’ ensombreció a la patria, destruyendo los últimos lazos que liaban a los argentinos en pos de un destino común; y esto en sus distintas versiones: conservadora o revolucionaria.
Pero es dudoso que dicho Instituto avance en este “revisionismo”.El clima que se respira en el país desde que el kirchnerismo gobierna no es propicio a estas investigaciones. No es políticamente correcto, ni reditúa sueldos ni canonjías. Por otro lado al observar que entre sus miembros hallamos individualidades que defienden a ultranza la violencia guerrillera de aquellos años resulta difícil imaginar cierta amplitud historiográfica.
Por el contrario al igual que el viejo liberalismo decimonónico que ninguneó al rosismo, ocultando y desacreditando a quienes pretendían saber sobre don Juan Manuel, como fue el caso de historiadores de fuste como Saldías o Quesada, borrando, también, de la faz de la tierra el caserón de San Benito de Palermo, el kirchnerismo de idéntico modo se comportó igual, descolgó al cuadro y listo…borrón y cuenta nueva.
¿Qué diferencia existe, entonces, entre esta actitud y la de la Revolución Libertadora y su decreto 4161 o la destrucción por parte del Proceso Militar de gran parte del material filmográfico que los canales televisivos guardaban como documentos de época, en 1976 para borrar de la memoria el gobierno peronista?
Desde el punto de vista político y desde el ejercicio de las libertades democráticas la conducta del golpismo no es comparable a la acción de un gobierno democrático. ¡No hay dudas! Pero desde el punto de vista de la ciencia histórica y del pensamiento, sus conductas se igualan.
Es difícil creer en la imparcialidad de una institución fundada al calor de un gobierno que procura imponer su visión desde el centro del Estado. Los historiadores allí reunidos son militantes del kirchnerismo y no de la heurística y la hermenéutica y menos amantes de la creación en libertad.
MANUEL DORREGO
De todos modos es interesante el nombre elegido: Manuel Dorrego, para un instituto que se denomina revisionista. Puesto que esta corriente, la revisionista, nació en la década del treinta para reivindicar la figura de Juan Manuel de Rosas, hombre que guardaba pocas simpatías por Dorrego y viceversa.
Conocida es la opinión de este último sobre Juan Manuel: “Mientras yo esté en el gobierno este gaucho pícaro no clavará su asador en el fuerte” y los últimos dorreguistas debieron marchar al exilio luego de la Revolución de los Restauradores de 1833, perseguidos como perros por el rosismo extremo.
De modo que es un giro perceptible el que opera el actual Instituto, de aquel movimiento de los años 30’, a pesar de arrogarse el mismo nombre: revisionismo.
No hay continuidad sino más bien ruptura, puesto que no es lo mismo dorreguismo que rosismo como tampoco camporismo que peronismo.
Y si las actuales autoridades del flamante instituto le atribuyen a Dorrego intenciones de organizar la patria bajo el sistema federal, se equivocan fiero, debieran profundizar en la obra del célebre historiador cordobés, Carlos Segreti o de Pérez Amuchástegui, por caso, para comprender que Dorrego al igual que todo el porteñismo, en su visión unitaria o federal, siempre que pudieron, levantaron tapias en el camino de la Organización Nacional.
Mientras comprendan el siglo XIX bajo el firmamento porteño, de unitarios y federales a los que son afectos el liberalismo mitrista y el revisionismo rosista y excluyan del análisis la mirada de Juan Bautista Alberdi acerca de este conflicto: “No son dos partidos, son dos países; no son los unitarios y federales, son Buenos Aires y las provincias. Es una división de geografía, no de personas, es local no política. Con razón cuando uno averigua quienes son los unitarios y federales y donde están, nadie los encuentra. Lo que sí existe a la vista de todos, es Buenos Aires y las provincias, alimentando a buenos Aires” nada nuevo se habrá creado en al territorio de la ciencia histórica. Pequeñas variables de una misma matriz.
Al actual Instituto le resultará muy difícil caminar por este andarivel del liberalismo nacional y provinciano que expresa Alberdi después de escuchar las palabras de la Presidenta el 20 de noviembre en la vuelta de Obligado.
LOS UNIVERSITARIOS
Le saldrán, seguramente, al cruce de este experimento los historiadores profesionales de las Universidades Nacionales, tipo: Luis Alberto Romero, Hilda Sábato, Mirta Lobato, Paula Alonso, entre otros, que consideran esos ámbitos académicos los verdaderos y únicos cenáculos de construcción de la ciencia histórica. No son más que aquellos. Son una burocracia, dueña de becas y de cátedras a las que se aferran con más habilidad que un felino a un espejo, siendo sus aportes historiográficos una repetición o actualización indebida del pensamiento y la mirada del último gran historiador vivo, Tulio Halperín Donghi.
La libertad y la independencia de toda guía, norma o sugerencia emanadas de instituciones burocratizadas es garantía de creación y novedad.
Quiénes integran el instituto
Mediante decreto 1880 del 17 de noviembre de 2011, con la firma de la Presidente de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner; del Jefe de Gabinete de Ministros, Dr. Aníbal Fernández; del Ministro de Educación, Lic. Alberto E. Sileoni y del Ministro de Economía, Amado Boudou, fue creado el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano “Manuel Dorrego”, siendo designado, entre otros, Osvaldo Vergara Bertiche, como académico de número y miembro de la comisión directiva del mismo.
Ver texto completo en:
Académicos de Número designados:
O’DONNELL, Mario Ernesto
BELLOTTA, Araceli Viviana
RAMOS, Víctor Jorge
LAUNAY, Luis Oscar
GULLO, Juan Marcelo
VAZQUEZ, Pablo Adrián
MANAUTA, Leticia Catalina
JARAMILLO, Ana María
REGALI, Enzo Alberto
MANSON, Enrique José María
VERGARA, Osvaldo Miguel
CHUMBITA, Hugo Horacio
BRIENZA, Hernán Leandro
PIGNA, Felipe Isidro
CABALLERO, Roberto Carlos
PESTANHA, Francisco José
TESTA, Antonio
ANGUITA, Eduardo
HERNÁNDEZ, Pablo José
D’ANTONIO, Fabián Alberto
GELLY CANTILO, Alberto
BRION, Daniel
FERNÁNDEZ, Aníbal Domingo
FERNÁNDEZ BARAIBAR, Julio
GARCÍA PÉREZ, Darío Oscar
ROSA, Eduardo Manuel
CABRAL, Salvador
SCHIAVONI, Faustino
ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, Cristina
CALCEGLIA, Inés Malvina
COSCIA, Jorge Edmundo
JAURETCHE, Ernesto
ROJAS, Liliana

domingo, 27 de noviembre de 2011

Con el ajuste, el hiperpresidencialismo puede volverse en contra

Con el ajuste, el hiperpresidencialismo puede volverse en contra

La concentración de todos los resortes del poder político en manos de CFK fue la receta utilizada por el kirchnerismo desde el fallecimiento de su fundador. Este proceso de personalización del poder -de características inéditas- agravó el debilitamiento del rol de las instituciones del Estado iniciado en el 2003 pero, en cambio, le aseguró a la presidente gobernar sin aliados ni condicionamientos de ningún sector. Paradójicamente, el nuevo escenario del ajuste puede invertir el efecto, concentrando el desgaste en la figura presidencial. A un mes de que se iniciara la crisis generada por la demanda de dólares y el retiro de los depósitos en la misma moneda, la escasa talla de Amado Boudou y Mercedes Marcó del Pont hizo que CFK tuviera que hacerse cargo personalmente del problema, impulsando la intervención de Guillermo Moreno. A la inconsistencia del gabinete hay que sumarle que la CGT dio un paso al costado y no se muestra dispuesta a asumir los costos del ajuste, en tanto que la UIA aplaude con tibieza a la presidente, porque teme por la distorsión del tipo de cambios y las consecuencias del enfriamiento de la economía. Tampoco la línea de los gobernadores, corporizada en la conducción del PJ nacional, se muestra demasiada entusiasta en dar la vida por Cristina, y sus gestos de apoyo, como el reciente cónclave en Río Gallegos, parecen destinados sólo a cumplir con las formalidades. Es que la mayor parte de las provincias iniciarán el 2012 con sus cuentas en rojo -Juan Carlos Schiaretti admitió que no está en condiciones de pagar los sueldos de enero- y los gobernadores están esperando un compromiso de la Casa Rosada que les evite acudir a medidas de ajuste que podrían generar reacciones sociales.
En esta soledad que ella misma construyó, los apoyos entusiastas que a diario recibe la presidente provienen de sus incondicionales como La Cámpora, lo que le resta trascendencia a los mismos.
En una democracia que funcionara normalmente, un plan de ajuste obligado por la situación internacional implicaría cuando menos un mínimo nivel de acuerdo entre el gobierno y la oposición. Esto es lo que está ocurriendo, por ejemplo, en Europa. Pero en la Argentina es imposible. En primer lugar, porque la oposición, a partir del 23 de octubre, carece de capacidad para controlar sus propios frentes internos. Le quedaría al cristinismo intentar algún acuerdo con Hermes Binner, pero esto no va con su estilo. Por otra parte, el gobernador santafesino, que anunció el 24 de octubre que iba a ser el jefe de la oposición, optó luego por un sistemático silencio, tal vez decidido a no pagar los costos políticos, sea por salir a apoyar las arbitrarias medidas del gobierno o por criticarlas. Que los efectos negativos del ajuste parecen cargar sólo sobre las espaldas presidenciales se vislumbró en el acto del jueves pasado en una supuesta inauguración de un hangar de Aerolíneas Argentinas en Aeroparque. CFK se hizo cargo personalmente de sostener al presidente de la empresa y la gestión de la misma, con lo cual también deberá asumir personalmente el deterioro ocasionado por el previsible fracaso. La inminente difusión de un recibo de sueldo de Recalde por 130.000 pesos mensuales podría implicar una derrota mediática para el oficialismo. Por supuesto que al gobierno le quedar la chance de instalar la discusión del ajuste en el Congreso, a partir de que se integre el 10 de diciembre su nueva composición, pero los indicios apuntan a que esto no ocurrirá y que la Casa Rosada sólo espera para imponer su número en las dos cámaras. Durante toda esta semana, tanto Agustín Rossi como Miguel Ángel Pichetto y Aníbal Fernández no dieron señales de vida en el Congreso. La razón sería que CFK no les dio señal alguna de que serán confirmados respectivamente como jefes de bloque y presidente provisional del Senado, por lo cual optaron por desaparecer para minimizar los riesgos.
Comparativamente con otros liderazgos, el actual grado de concentración supera cualquier antecedente. El mismo Juan Domingo Perón, antes de tomar decisiones importantes, consultaba por lo menos a los cuerpos orgánicos del peronismo y hasta Néstor Kirchner practicaba a su manera un sistema de consultas que hoy se dejó de lado.
La falta de opciones
Cabe preguntarse si CFK, sobreexpuesta como está, podrá de algún modo evitar que los previsibles costos del ajuste impacten decididamente en sus altos porcentajes de imagen positiva. Hoy por hoy, parece profundizar el camino inverso, es decir, asumir toda la responsabilidad, intentando así que el 54% que la votó un mes atrás se solidarice con su gesta solitaria. El resultado de esta apuesta es imprevisible pero explicable. Para el cristinismo, cualquier búsqueda de consensos o acuerdos sería equivalente a una irreparable pérdida de poder. No habría al respecto ninguna distinción acerca de que, lo que fue teniendo viento de cola, tal vez no sirva más con viento de frente. Claro está que esta decisión de no cambiar se combina con una fuerte maniobra de coacción a la sociedad. Ya que no existe la oposición y las instituciones funcionan anormalmente, la única opción -y más todavía en tiempos de crisis- sería entre Cristina y el caos. La falta real de opciones y hasta de críticas sería, entonces, al menos por ahora, la mejor fórmula del oficialismo para atenuar los efectos de un desgaste que aun así puede ser inevitable.
De continuar entonces el gobierno por la misma senda, el gabinete nacional que se estrenará el 10 de diciembre podría llegar a ser tan intrascendente como el actual, porque sus integrantes serían una vez más simples delegados presidenciales. El repotenciamiento que tuvo en las últimas semanas Julio De Vido significa justamente la extrema dificultad que aqueja al elenco gobernante para renovarse. En este tema, precisamente, se vuelve a mencionar que un miembro de La Cámpora podría ser ministro para mostrar un cambio generacional, y se menciona al Secretario de Justicia Julian Álvarez como sucesor de Julio Alak. En otros casos, como el Ministerio de Trabajo, hay señales de cosmética, ya que la actual viceministra, Noemí Rial, socia de Carlos Tomada, podría sucederlo en la cartera. Y Tomada aparece mencionado, como experto en conflictos gremiales, para actuar junto a Recalde en Aerolíneas.
No sólo Trabajo está adquiriendo, gracias al ajuste, una importancia que no tenía; Interior, una cartera que sólo se hace notar hasta ahora en los temas electorales, también se está revalorizando, porque se avecinan las crisis financieras provinciales y Randazzo podría llegar a continuar en su cargo.

POR SUPUESTO QUE NO ES EL ESPÍRITU SANTO

POR SUPUESTO QUE NO ES EL ESPÍRITU SANTO

La presidente Cristina Kirchner encabezó el acto de inauguración del nuevo hangar de Aerolíneas Argentinas (AA), en el Aeroparque metropolitano Jorge Newbery. De esa manera fue anunciado el acto por la Presidencia de la Nación.
Como es casi usual, el anuncio refleja una mentira. Una mentira flagrante y evidente.
Inmediatamente después de las palabras de la presidenta Cristina Kirchner, la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), que conduce Ricardo Cirielli, cuestionó ayer el hangar inaugurado en Aeroparque con el argumento de que no se trataba de uno nuevo, sino de la simple remodelación de uno antiguo. “Dicho hangar no fue construido por la actual gestión estatal, sino que tiene un cuarto de siglo de antigüedad y es alquilado a Aeropuertos 2000, habiendo sino utilizado en el pasado por las aéreas CATA, Lafsa y LAN Argentina”, dijo.
El estilo del discurso que la presidente pronunció en esa ocasión adoptó la estructura de la mayoría de sus últimos discursos.
Vestida de negro (“look” adoptado después del fallecimiento de su esposo) seguramente para estar a tono con su permanente invocación a “El”, el perverso y maligno fantasma, que por otra parte es el responsable directo del caos en AA.
Apeló a los sentimientos, al volver a relatar cuestiones emotivas personales que no tienen nada que ver con el objeto de discurso, hizo chistes, en oportunidades habló como Doña Rosa discutiendo con el verdulero en una feria de barrio, defendió a la “Agencia de Colocaciones La Cámpora”, estuvo nuevamente al borde de la ya conocida escena teatral de la congoja y el llanto, explicó los denodados esfuerzos y sacrificios que está realizando por el país y fustigó fuertemente a parte del personal de AA al cual adjudicó la responsabilidad del actual desastre de esta empresa que se está devorando los fondos estatales, nuestro dinero.
Siempre la culpa la tienen los otros. Ni un atisbo de autocrítica, ni un atisbo de humildad. Solo buscando justificar una de las desastrosas medidas que adoptó el fantasma, que seguramente andaba rondando dentro del remozado hangar. Solo ira y agresión.
En vez de calmar las aguas, echó leña al fuego. En vez de instar al diálogo, a la racionalidad y al acuerdo atacó, insultó y fustigó a los que no pensaban como ella.
Se la notaba irritada, casi histérica, se evidencia claramente que está sufriendo de una necesidad física o psíquica. ¿O estaba representando teatralmente el papel?
Cristina debería pensar más y mejor. Debería bajarse del pedestal y permitir ser asesorada por profesionales en el tema.
AA no es un empresa como las demás. No está en juego solo la productividad ni la rentabilidad. Está en juego nuestro prestigio internacional y más importante aún, la vida de las tripulaciones y pasajeros. Lo que se le imputó al presidente y a los dirigentes de AA es principalmente la falta de seguridad en los vuelos.
Pobre Cristina, Todo mal. Un presidente no debe hablar de esa manera. Ese discurso lo podría o debería haber pronunciado alguien de una instancia inferior y ella preservarse para ser la última posibilidad en la resolución de problemas.
De mala manera, con visible estilo autoritario, defendió al amigo de su hijo Máximo, el presidente de la empresa, y expresó esta lamentable frase “A Recalde no lo puso el Espíritu Santo, lo puso esta Presidenta”.
La frase, más que lamentable, es verdaderamente estúpida. Evidenció su soberbia exacerbada. Ella, y únicamente ella es dueña exclusiva de la verdad.
Por otro lado el Espíritu Santo jamás habría cometido semejante torpeza, casi una herejía.
Si los gremios piden justamente la remoción de Recalde por ineptitud e ineficiencia y por ser responsable del caos existente, por carácter transitivo, la mayor responsabilidad cae en quien dispuso que este personaje no calificado para tamaña responsabilidad, cubra ese importante cargo.
Lamentable, la Reina sigue gobernando con el estilo de su difunto esposo. Agrediendo y atacando. Pero hay una diferencia con el occiso. Antes de atacar a Moyano y por ende a la CGT, prudentemente profundizó su alianza con los empresarios e industriales.
“Dividir para reinar”… pero malo para el país.